El diablo recupera a su abogado

Abogado del diablo fue una de esas bandas leonesas de los ochenta de vida efímera pero intensa y que dejaron un buen recuerdo. Ahora, después de más de treinta años de silencio, regresan y este miércoles se presentan en la capital, será en El Gran Café, a partir de las diez y media de la noche (entradas a cinco euros)

Fulgencio Fernández
12/08/2020
 Actualizado a 12/08/2020
La actual formación de Abogado del diablo, en la que permanecen tres de sus integrantes originales, se sube este miércoles al escenario de El Gran Café.
La actual formación de Abogado del diablo, en la que permanecen tres de sus integrantes originales, se sube este miércoles al escenario de El Gran Café.
Seguramente eligieron bien el nombre —Abogado del diablo— para permanecer en el recuerdo, pero sobre todo supieron hacer sobre el escenario y pese a su largo silencio son unas de esas bandas recordadas, aunque su vida fue bastante efímera.

Ahora, 32 años después, salen de su silencio y se han vuelto a subir a los escenarios, ya lo hicieron antes de la repetida pandemia en La Xana del Torío, en Pedrún, y volvieron a enganchar a su gente y este miércoles por la noche vuelven a subirse al escenario en El Gran Café, a parir de las diez y media de la noche, con entradas a cinco euros y respetando, como es costumbre de la sala, todos los preceptossanitarios que los tiempos imponen.

El diablo eligió para sus abogados nombres que tuvieron mucho que decir en la música leonesa; allí estaba la voz y la guitarra de Moisés Ferrero, fiel a este grupo; el incombustible y siempre presente Tolo Cardeñoso; el batería Miguel Manero, la guitarra de Domingo Anta y el fallecido Jesús del Riego, al que no han olvidado. Cuando se iban a subir al escenario este año le confesaban a Carlos del Riego, hermano de Jesús, «que cuando comenzamos a ensayar nuevamente fueron encuentros muy emotivos, como si no hubiera pasado tanto tiempo, y Jesús parecía estar allí, entre nosotros. O estaba».

En la actual formación siguen Moisés, Manero y Domingo Anta, a los que se les ha sumado otro nombre con recorrido en la música leonesa, Ricardo López, integrante de Los Oscuros.

Regresan al escenario estos músicos de raza de lo que el citado Carlos del Riego, buen conocedor de su trayectoria, escribía:«Lo suyo era rock vivaracho y saltarín con letras ingeniosas, chistosas y juveniles pero con calado, un sonido que (entonces) resultaba fácil de distinguir y que se hizo habitual en el León de los años ochenta».

No les faltó actividad a estos Abogado del diablo, que dieron un buen número de conciertos por la provincia o la capital de España, con importantes bandas de aquellos añorados 80.
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