10/03/2020
 Actualizado a 10/03/2020
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Teniendo en cuenta que no existe ningún ‘Día del hombre’ entendemos que lo ideal sería que hubiera ningún ‘Día de la mujer’, lo cual significaría que habrían desaparecido las circunstancias que en su día llevaron a establecer una jornada en defensa de la mujer.

La verdad es que en el entorno en que muchos nos movemos no se nota para nada esa discriminación o sangrante desigualdad de la que tanto se habla. Estoy pensando en mis padres. Su relación estuvo siempre marcada por el amor el respeto y nunca fue necesario posicionarse en defensa de ninguno de los dos. Lo mismo puedo decir de mis abuelos. Tampoco noto que la vida haya sido más injusta con mis hermanas que con mis hermanos. Todos hemos tenido las mismas oportunidades. Otro tanto podría decir de mis compañeros profesores y profesoras en el instituto o entre los alumnos y alumnas. Jamás he visto que por ser varones o mujeres haya habido diferencias en el trato. Esto no quiere decir que a lo largo de la historia la mujer no haya sido tratada injustamente por el hecho de ser mujer, ni que en muchos países del mundo, en la actualidad, no sea deprimente el trato que recibe la mujer. Sin embargo no veo que muchas de las llamadas feministas hagan algo efectivo por defender a estas mujeres.

Nunca olvidaré la experiencia vivida una fría tarde del mes de mayo a las afueras de Madrid, concretamente en la Casa de Campo. Alguien me llevó para que viera el lamentable espectáculo. Cientos, tal vez miles de mujeres, a ambos lados de la carretera, durante varios kilómetros, ligeras de ropa y pasando frío, como si fuera una exposición de ganado en una feria, vilmente explotadas… Y me preguntaba, ¿cómo es posible que haya políticos que miren para otro lado? Me imagino que seguirá todo igual y, por supuesto, que en el resto de España los prostíbulos están llenos de mujeres engañadas y explotadas.

¿Por qué no fueron allí, a la Casa de Campo, a manifestarse las ministras que tanto dicen defender a la mujer? ¿Por qué no se dedican fondos públicos para ayudar a estas mujeres a salir de la esclavitud en lugar de dedicarlos a subvencionar chiringuitos de feministas que viven a costa de especular con el sufrimiento de los demás?

Y, por favor, aprendan de una vez que las diferencias que Dios ha puesto entre el hombre y la mujer no son sinónimo de desigualdad. Querer que la mujer tenga rasgos y comportamientos masculinos lo que consiguen es que en lugar de enaltecer a la mujer la están considerando inferior, como si tuviera que avergonzarse de ser mujer, o de ser madre.
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