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El deporte y la vida

29/01/2020
 Actualizado a 29/01/2020
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El deporte, sin duda, forma parte de nuestras vidas. No tanto practicarlo, algo más como espectadores aficionados, pero todos cautivos del mismo como comentaristas, como tema de conversación. Incluso me atrevería a decir que el deporte es la vida, pues la vida es agonía y las competiciones deportivas eran conocidas como ‘agones’. No agonía como tramo final, deporte y vida son agonía como lucha y combate, un no rendirse, ni llegado el último momento.

Quizás sea esta semejanza en el impulso la que nos vuelve fácil alegrarnos hasta la euforia con victorias deportivas y acabar en el llanto con algunas derrotas. Aprovechemos a reír ahora que sopla viento favorable, no olvidemos que la alegría dura poco en casa de los pobres (aunque nunca he estado de acuerdo con esté refrán) y confiemos en que esta noche también la Cultural nos dará otra alegría y así olvidaremos por unos días la pena porque Correos haya regalado a Valladolid las motos eléctricas del servicio postal de León.

Si ha existido una sociedad que valorara el deporte y que lo integrara como aspecto esencial de su forma de ser, fue la Grecia clásica. Para los griegos, el deporte además de una pasión era una forma de concebir el mundo, las relaciones entre pueblos y entre individuos, además de una parte primordial en la educación de los ciudadanos. En el urbanismo de aquellas ‘polis’, de aquellas ciudades, siempre estaba presente el gimnasio, como uno de los edificios ciudadanos. En él se formaba a los infantes en lo físico y también en lo espiritual.

Cuatro eran las grandes citas deportivas señaladas: las de los cuatro juegos panhelénicos. Los deportistas vencedores en estas competiciones eran aclamados como ídolos, incluso más que a los actuales. Pero a diferencia con los de ahora, los vencedores de los Juegos Olímpicos recibían como premio una corona de hojas de olivo, los de los Juegos Píticos de hojas de laurel, los de los Juegos Nemeos de apio y los de los Juegos Ístmicos de acículas de pino. Junto a la admiración de su conciudadanos, era suficiente premio. Qué lástima que hoy en día todo esté infectado por el dinero, el deporte también. No todos los deportes.

Y la semana que viene, hablaremos de León.
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