21/11/2021
 Actualizado a 21/11/2021
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A pesar de la heterodoxa técnica con la que lo han anunciado (tirando de notas de prensa mutadas a publirreportaje), supongo que a estas alturas en nuestro creciente alfoz no quedará poblador que no haya visitado ya el Decathlon. Y la mayoría dirá lo que se ha dicho siempre, que está muy bien porque encuentras cualquier artículo que puedas imaginar (entre los orientados a la práctica deportiva, no en el caso de que colecciones peluquines) y que ha contribuido a hacer algo más accesibles disciplinas que tradicionalmente eran para una minoría. Aunque todavía no se sabe si para quien pretenda iniciarse en el golf, la vela o la hípica Decathlon ofrecerá a corto plazo club, amarre y pupilaje.

Todas esas cositas vendidas allí que mejoran la práctica de actividades más comunes también son muy celebradas y se les coge cariño. ¿Quién no le pone ojitos a sus lucecitas para la bici, su máscara de snorkel o su kettlebell? Buenas zapatillas de running no ofrecen, pero calcetines todos los que quieras. Los hay altos, medios, bajos y mínimos, y cada tipo en ocho o nueve empaquetados diferentes, lo cual confunde no poco y hace del todo imposible la elección, incluso a los inmunes al «miedo a perder mejores opciones».

Los brujos que avisan del fin de la globalización verán incongruente esta apertura comercial, mientras que para los ‘blackfridayers’ ha sido providencial. Los del medio (que en León somos muchos) sencillamente pensamos que llega con cierto retraso, pero que ojalá no provoque el cierre de pequeños comercios. Lo anterior no desmerece su incuestionable éxito en los primeros días, que sumado a la atracción del cercano ‘Leguá Meglán’ ha transformado atascos menores en caravanas por media ciudad, o así lo describen los moderados que pasaron quince minutos de más al volante. Pero era bien predecible esa buena marcha. Es tradición para las grandes superficies galas aquí. Fuimos testigos de ello en el pionero Continente, donde algunos pasábamos las tardes de los sábados llenando el carro familiar, solo fuese por acabar con un cubo de palomitas de colores entre las manos. Como se enteren sus directivos, puede que Decathlon acabe ofreciendo las palomitas a corto plazo. En ocho o nueve empaquetados diferentes, claro.
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