vicente-barriob.jpg

El cura y el tonto

20/03/2015
 Actualizado a 11/09/2019
Guardar
Una vez, en un pueblo pequeño de la vega del Esla, robaron la custodia dela iglesia. El cura, algo simple, preguntó a la gente si habían visto quién fue el autor. Nadie sabía nada, menos el tonto del pueblo. Al preguntarle los nombres, el tonto dijo que lo diría si lo sacaban de procesión. Así se hizo y cada poco el cura preguntaba: «Quién ha robado la custodia?». El tonto siempre respondía: «Más alante lo diré». Hasta que, por fin, volvieron a la iglesia y dijo: «La robaron los ladrones». El cura no pudo más y sentenció: «Me tocaste los cojones».

Aquí, por lo que ve uno, que es algo miope, pasa lo mismo. Gibbon, que era un historiador inglés del siglo XVIII muy, muy influyente, escribió una vez que «la corrupción, y es un buen síntoma de madurez, existe en los países democráticos». No sé...

Tenemos que darnos cuenta, deuna puñetera vez, que el problema de este país es político, no económico. La crisis es, sin ninguna duda, política. Los partidos tradicionales, los del bipartidismo, creyeron, y creen, que esto es un coto privado de las tropas imperiales y que, por lo tanto, todo está permitido, hasta el robar al pueblo. Si estos partidos no hubieran hecho la cantidad de desmanes que hicieron, la confianza no se hubiera perdido y con ello, todo lo demás. Pero, que lo sepáis, esto no es de ahora. A finales del XIX y principios del XX, cuando en España sólo había Conservadores y Liberales, pasaba tres cuartos de lo mismo. La generación del 98 y los regeneracionistas, intentaron que la cosa cambiara; y no lo consiguieron, todo lo contrario. Sus ideas, su lucha contra la este estado de cosas,llevaron, al fin y al cabo, al país a la guerra incivil del 36. No quiero decir que ellos ocasionaran la guerra, para nada. Pero sus ideas de igualdad y de libertad molestaron a los de siempre y la cosa fue la que fue.

Hoy, una generación de jóvenes ‘intelectuales’, la generación mejor preparada de la historia del España, vuelve a intentarlo. Pero mal. Empiezan por decir, tanto los de Podemos como los de Ciudadanos, que las derechas y las izquierdas no existen. ¡Pero estamos tontos o lo siguiente! ¡Claro que existen! No es lo mismo ser conservador que progresista, ¡solo faltaba! No es lo mismo defender el liberalismo que el socialismo. No. Ya he contado, creo, lo que decía el protagonista del ‘Gatopardo’, un conde italiano del siglo XIX: «Todo debe cambiar para que todo siga igual». ¿Es lo que pretenden?, ¿lavar la cara sólo con agua, sin jabón? Lo parece. Si queremos que algo cambie, ¡por dios!, debe de ‘correr la sangre’. A ver: no digo que tengamos que matar a nadie, sino que debemos tirarlo todo y volverlo a construir. Ni más ni menos. Lo demás, mariconadas. Y estos cantamañanas no lo harán.

¿O somos tan crédulos como el cura que hace caso al tonto del pueblo?

Salud y anarquía.
Lo más leído