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El Cuento de la Criada II

17/01/2023
 Actualizado a 17/01/2023
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El año pasado a finales de julio en el mismo espacio de este periódico que tiene a bien publicar mis reflexiones quincenalmente se podía leer mi tribuna ‘El Cuento de la Criada’. Como en un bucle triste y sádico hoy publico ‘El Cuento de la Criada II’. En junio de 2022 la Corte Suprema de los EE. UU revocaba el amparo federal al derecho al aborto y asistimos estupefactas a la recuperación de un debate que creíamos superado sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestro propio cuerpo. Hoy somos trending topic porque el vicepresidente de «este modelo de éxito de comunidad autónoma» por obra y gracia del Partido Popular se ha atrevido a decir que para «disuadir» a las mujeres que hayan decidido interrumpir voluntariamente su embarazo, la sanidad pública (sí, esa que se quieren cargar desde hace años sin preocuparles la no atención de niños y niñas por pediatras en las zonas rurales o la mala asistencia de pacientes oncológicos en una tierra con más de 400 núcleos de población) facilitará a esas mujeres una imagen ecográfica 4D para escuchar el latido del feto. La cara más real y cruel del fascismo asoma con la aquiescencia de la derecha española que les ha permitido, otra vez, asaltar las instituciones públicas disfrazados de populismo barato. En una de las decisiones más difíciles en la vida de una mujer estos tipos pretenden meter sus sucias manos para pintarnos de culpabilidad, sometimiento y utilitarismo. Estos desvaríos son más peligrosos de lo que pudieran parecer a primera vista, siguiendo la senda de la ultraderecha estadounidense España abre un debate superado y cerrado en nuestra sociedad y al igual que adoctrina a los golpistas brasileños también ataca en España para introducir en nuestro vocabulario términos como ‘provida’, vocablos tramposos, engañosos y falaces que ‘inocentemente’ se cuelan en nuestras conversaciones con la mala intención de señalar como ‘promuerte’ a las que lucharemos siempre por los derechos conquistados y por conquistar de las mujeres. Porque lo contario al derecho al aborto libre no es la muerte, son intervenciones clandestinas sin garantías sanitarias para, como siempre, aquellas que no puedan costearse este derecho en la sanidad privada. La semana pasada me pareció ser víctima de un túnel macabro del tiempo. Primero irrumpió en nuestras vidas el ‘beef’ de Shakira con algo más viejo que el catarro, el despecho y la necesidad de facturar para pagar a hacienda, eso que las mujeres hacemos desde hace mucho y que nos permite a todos el acceso a la sanidad, la educación, la cultura y un largo etc., de paso ponía en el patíbulo público a otra mujer menospreciándola, querida Shakira, sabemos que las infidelidades duelen y te dejan la autoestima hecha una mierda pero el hecho de que un tío te deje no es motivo para comparar a nadie, ni siquiera a ti, con un reloj de pulsera. La verdad, me gustabas más en mis tiempos cuando confesabas que no sabías preparar café, no entendías de fútbol y que alguna vez fuiste infiel. Después llegó el vice de ‘Castillalón’ con chupa y casco en Pingüinos a bordo de un coche oficial diciendo que si un solo embarazo no deseado llegaba a término habría merecido la pena…porque como el Sr. Mañueco nos ha explicado, con su fluidez y verbo fácil habitual, no son medidas antiabortistas, son medidas pro-natalidad. Los campeones nacionales indiscutibles de despoblación ahora nos cuentan que lo que hacía falta era escuchar el latido del feto en un embarazo no deseado porque un empleo digno, el acceso a la vivienda, los derechos laborales, los permisos igualitarios, la educación de 0 a 3 años no tienen nada que ver. Realmente darían risa si no tuvieran espacio en nuestros parlamentos y si la supuesta derecha democrática no les hubiera abierto la puerta de las instituciones públicas con responsabilidades de gobierno.

Como esta semana alguien se ha dejado abierta la puerta del pasado la cierro con una canción de Serrat que me gusta mucho y representa mis pensamientos cuando escucho hablar a estos señores de embarazos y de la vida de las mujeres, seguro que me tacharán de giliprogre muchos «hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal, entre esos tipos y yo hay algo personal».

María Rodríguez es doctora en Veterinaria por la Universidad de León (ULE).
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