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El Conservatorio y la razón

21/04/2016
 Actualizado a 13/09/2019
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El pretendido traslado del Conservatorio de música a los bajos del Estadio Reino de León ha generado una de las más agrias respuestas a la Junta de Castilla y León y al alcalde. En esta discusión ha prevalecido la pasión frente a la racionalidad y hay un punto de prepotencia en la postura de las instituciones. Pienso que el debate podía haber transcurrido por caminos más lógicos.

El traslado del conservatorio a los extrarradios de la ciudad, en una zona de putas y de ensayo nocturno de papones, oscura y mal comunicada a las horas de mayor actividad del centro de enseñanzaes una propuesta inadecuada; peregrina incluso. Y eso es objetivamente así, porque si el estadio hubiese estado en una zona céntrica y accesible, la discusión hubiese sido otra. Que al conservatorio acuden hoy a pie una multitud de niños y chavales es una realidad y no es lo mismo ponerlo en el centro que en una zona marginal, como la que se propone. Hasta ahí queda claro que Silván, Rey y el lucero del alba, llegado el caso, no tienen razón.

Por otro lado, que existe un parque inmobiliario de las administraciones vacío y sin uso es una realidad. Es verdad que resulta absurdo gastar en construir un edificio nuevo si existen locales vacíos. En esta vertiente Silván y Rey tienen razón. No pagamos impuestos para construir edificios inútiles. Habría que ver si del parque vacío (escuela de minas, laboratorio pecuario…) hay algo que se pueda reconvertir, sea cual sea la administración titular. Y pienso que oportunidades existen dedicando gestión y buena voluntad.

Escuchar al consejero decir que no está dispuesto a pagar alquileres resulta ofensivo. La diputación leonesa lleva pagando servicios que corresponden a la Junta muchos años; dinero que la Junta se ahorró en servicios a los leoneses. Que se ponga ahora estupendo el consejero con este tema no es de recibo. Le pagamos para que ponga soluciones, no para que cree problemas. Y si no sabe, siendo de León, hay mucha gente válida para hacer el trabajo.

En resumen, se puede concluir que en este tema la autoridad ha consultado menos de lo que debe, que los clientes (los alumnos y sus padres) reclaman guiados de la pasión, que es mala consejera, y que hay solución seguro, igual que puede haber mejores consejeros y alcaldes. En su capacidad de gestión está el quitarme la razón.

No hay por qué hacer un edificio nuevo si existen ya construidos y bien ubicados, pero habrá que gastar lo que haga falta para adaptarlos.Quizás los empleados de la diputación podrían ir a otro edificio de los que hay vacíos. ¿Por qué no?
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