El comité de empresa de Cosmos defiende la quema de neumáticos para sostener el empleo

Representantes del comité de empresa de la planta de Cementos Cosmos de Toral de los Vados ha salido al paso del rechazo manifestado por las Marcas de garantía de la comarca al proyecto de incineración de neumáticos en la planta por considerarlo un procedimiento nocivo, negando que sea así.

Los trabajadores dan su “total apoyo” al proyecto de Cosmos, que considera que defiende, no solo la competitividad, sino también “la viabilidad y estabilidad de los puestos de trabajo que dependen de la fábrica” de Toral. Por eso, como trabajadores, lamentan que las IGP de la comarca intenten, a su entender “confundir a la sociedad berciana” al hablar de que ese procedimiento, por el que Cosmos sustituiría el coque de petróleo como combustible en un 30% y que no incrementaría las emisiones, podría afectar a la salud de los bercianos.

Consideran que el sector agrícola está “en su derecho de presentar las alegaciones que estime necesarias” como ha anunciado frente a la información de impacto ambiental publicada por la Junta, pero considera que deben tener base “deben estar basadas en aspectos técnicos y con el objetivo de mejorar o garantizar la compatibilidad en ambos sectores y no en percepciones personales basadas en el desconocimiento de las instalaciones industriales, más acordes con ideales de otro tipo de organizaciones. Sepan que nosotros también vivimos y velamos por la seguridad y salud de nuestro entorno y de la comarca del Bierzo, además de defender nuestros puestos de trabajo”, apuntan los trabajadores.

“Este proyecto contribuye a mejorar la competitividad de la fábrica y es vital para su estabilidad”, deja claro el comité. Pero además asegura que la mayor parte de las cementeras españolas ya usan este sistema (de las 33 que operan en nuestro país, son 29 las que valorizan), y conviven con denominaciones de origen “sin ningún tipo de problema para sus productos y marcas”, apuntan.

Insisten en defender un proyecto que ya está activo hace cuatro décadas en otras plantas cementeras de Europa y “no modifica las emisiones” de la fábrica, por lo que consideran que “no existe ningún riesgo para la salud y la economía de la comarca”.