El Colegio de Podólogos recurrirá a la ANECA para que valore el nuevo grado

El presidente del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León, José Luis Muñoz, asegura que si la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León avala el Grado de Podología para el campus de Ponferrada como anunció el vicerrector del campus, José Ramón Rodríguez, de manera que la titulación estaría instalada en el campus ya en el mes de septiembre, recurrirá a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, ANECA, un organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que sería el último escalón que debería subir la titulación a implantar.

Muñoz recuerda que el Colegio ha presentado alegaciones ante la intención de la ULE de implantar el grado en Ponferrada, que no han sido resueltas. La polémica surge sobre todo, por la falta de una clínica propia «tiene que tener una instalación con todos los elementos que tenemos en las clínicas para que los alumnos hagan su formación práctica». No le vale al que lleva presidiendo el colegio 18 años con el compromiso del rector de contar con 13 clínicas privadas adscritasa las prácticas para los alumnos «eso no es verdad», rechazó Muñoz. Asegura que no se han dado datos sobre esas entidades, ya que, se requeriría la firma de protocolos «que tendrían que estar colgados en el portal de transparencia».

Considera el presidente que se está vendiendo un proyecto «con un plano y un cartel solo» pero sin consistencia. No solo falla en la falta de esas instalaciones que considera que deben condicionar el proyecto, sino que también asegura que hace aguas en la vertiente del profesorado, que se desconoce quién lo formará. Por eso asegura que fue el propio Colegio el que ha recurrido ante la Agencia de calidad para rechazar que no se hubiera contado con el colegio a la hora de definir estos estudios y «dónde está la clínica que es necesaria». Como esa pregunta no ha sido respondida, Muñoz entiende que no se puede levantar la mano para dejar pasar el proyecto que, por otro lado, lamenta que se siga pretendiendo pese a las críticas y negativa del Colegio.

También expone que es una titulación que hay en Plasencia y en Ferrol y que en la actualidad muchos colegiados se están dando de baja «porque no hay salida». Considera que lo primero que debería solucionarse es su entrada en la Seguridad Social con el fin de resolver carencias que están suponiendo un verdadero problema sanitario, como las unidades públicas de pie diabético. Asegura que no contar con ellas está causando estragos en los enfermos.

Muñoz pide que los esfuerzos vayan por ese lado y también los gastos y no en crear grados «para echar a la gente al paro», afeó. Sin embargo, el rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, siempre ha defendido la viabilidad de unos estudios, que solo supondrían ofertar una treintena de plazas y que sí contarán con clínica universitaria y con convenios para realizar prácticas con profesionales de la zona.

Incluso asegura que no es verdad que no se haya tenido en cuenta al colegio, ya que se ha tenido contactos con él desde 2016, pero sin conseguir que rebajara su posición en contra. Frente a la percepción de Muñoz de que los estudios que se oferten no serán de calidad y que no deberían autorizarse, el rector se comprometió a que la oferta mantendrá los máximos niveles «para conseguir que los futuros egresados finalicen sus estudios con las máximas garantías de haber alcanzado las competencias profesionales que se exigen a un podólogo».

El Colegio ha anunciado que mantendrá su oposición y la Universidad, por su parte, que la próxima semana podría anunciar que la vía queda libre para poder poner en marcha el grado de cara al próximo curso.