"El cierre del Parador de San Marcos nos perjudica a todos"

Manuel García, responsable de la Unión Hotelera

Alfonso Martínez | Víctor S. Vélez
27/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Manuel García es presidente de la Unión Hotelera de León y director de los hoteles Conde Luna y Alfonso V. En una entrevista concedida a este periódico analiza la situación del sector, sus principales retos y amenazas, al tiempo que realiza un balance de la capitalidad gastronómica y del cierre de San Marcos.

–¿Cómo se encuentra la salud del turismo en la ciudad de León?
Desgraciadamente la situación hotelera de León no es la de hace unos cuantos años. Todos los datos que han salido estos días con las discrepancias entre el Instituto Nacional de Estadística (INE) con respecto a los hoteles, no es que no sean verdad los datos del INE, pero es cierto que los hoteles de la capital no hemos sentido tanto ese descenso en las pernoctaciones y viajeros. El INE toma datos de más de 200 alojamientos en León y provincia, y la capitalidad ayudó mucho a la ciudad, pero los hoteles de La Bañeza, Astorga, Cacabelos o Sahagún pues a lo mejor han hecho que en el cómputo global haya habido un menor número de viajeros y de estancias.

–¿Qué perspectivas tienen desde la Unión Hotelera para 2019?
Entramos en un año de incertidumbre, un año de elecciones, de problemas en Europa con la salida británica del Brexit y de la consolidación de los países emergentes, lo cual nos va a afectar. En León, a nivel hotelero, tenemos que vivimos de dos tipos de clientes muy diferentes. Turistas en enero o febrero hay pocos. Vivimos del cliente corporativo, de viajantes, ejecutivos, directores de empresas o comerciales que vienen a León continuamente. Si no fuera por el cliente corporativo, de domingo a jueves, estaríamos todos los hoteles prácticamente cerrados. Siempre hablamos de León como destino turístico, pero hay que diferenciar del cliente de domingo a jueves al de viernes a domingo. El segundo nos nutre los fines de semana, pero los hoteles abrimos 365 días al año y 24 horas al día.

–¿Qué balance hace de la capitalidad gastronómica para su sector?
Sin duda, el tema de la capitalidad ha sido un lujo, aunque sí que es verdad que pueda haber hoteles que no lo hayan notado como estimaban en un principio. No obstante, el que pensaba que por ser capitalidad gastronómica se le iba a llenar el restaurante, pues eso no pasa. Hay que quedarse con que León se ha situado en el mapa, León ha salido en un montón de medios de comunicación regionales, nacionales e internacionales. Hay que aprovechar ese tirón y seguir trabajando apostando por León como destino gastronómico, aprovechando el lema de ‘Manjar de reyes’.

–¿Por dónde debe de pasar la apuesta turística que hagan las instituciones?
El tema de la desestacionalización es complicado porque el cliente que nos contempla como destino, siempre lo hace como un destino de paso. Es decir, no somos un destino en el que la gente contemple pasar cuatro días. De hecho, yo llevo 25 años en este sector, y la estancia media siempre ha estado entre el 1,4 y el 1,6. Por muchas acciones que hagamos no conseguimos que la gente se quede más. Sobre qué se puede hacer, yo siempre digo a los distintos grupos políticos que han estado gobernando que tendríamos que intentar ubicar eventos en aquellos fines de semana que no hay ningún reclamo.

–La llegada del AVE abre la puerta a un cliente que venga de Madrid sin quedarse a pernoctar, ¿es esto un peligro?
Sin duda, el AVE no nos ha perjudicado. Al contrario. Si bien es cierto que cuando el Alvia llegó ya empezamos a notar un descenso de gente, en especial del cliente corporativo, que dejaba de dormir porque ya tenía la posibilidad de coger el tren a las siete, llegar a León a las nueve y media, hacer lo que tuviera que hacer y marcharse por la tarde. Y, por lo tanto, perdíamos esa pernoctación que antes teníamos. Con el AVE estamos a dos horas y también a la gente que le da pereza puede venir. Lo notamos y mucho. Solo tenéis que venir un sábado a las doce de la mañana a cualquier hotel, las colas llegan de la recepción a la puerta.

–¿Cómo ha afectado el cierre de San Marcos a los alojamientos leoneses?
Aunque haya alternativas serias para alojamiento y eventos nos perjudica más que nos beneficia. A todos. Puede parecer que al estar cerrado el Parador iba a trasladarse al resto de hoteles, pero yo soy de los que opina que no ha sido así. Se han dejado de organizar muchas cosas que albergaba el Parador y que los demás hoteles éramos el alojamiento para las empresas satélites. San Marcos tiene una clientela muy fiel que de no tener la alternativa del Parador no se plantea venir. El Parador tiene 220 habitaciones operativas que multiplicadas por 365 días son 80.000 habitaciones disponibles. Y es raro que un año normal, el Parador no esté en unos porcentajes del 60 o 70 por ciento de ocupación, lo que supone tener unas 50.000 habitaciones vendidas más.

–¿Cómo valora el crecimiento de los apartamentos turísticos en León?
Nos perjudica porque, hoy por hoy, han proliferado un montón de alojamientos diferentes que también son un motivo para que todas esas estadísticas no sean reales porque hay mucho turista camuflado que no está contabilizado. Desde la Unión Hotelera queremos que su funcionamiento se regule y las viviendas que estén haciendo eso estén regladas con la ley y se den de alta. El problema no está solo en esos establecimientos que ya funcionan así, sino en las muchas viviendas particulares que están cediendo habitaciones a clientes y turistas en detrimento de hoteles que somos los que realmente estamos destinados para ese uso.

–¿Existe la suficiente unión dentro de los hoteles leoneses para defender los intereses del sector?
Sí. Hay una nueva Asociación de Hostelería que se ha unido a la Confederación Española de Hoteles y empezaremos ahora en breve para poner encima de la mesa nuestros temas. La Unión Hotelera lleva muchos años en la Fele, pero a partir de la crisis de 2007 y 2008 hubo mucha proliferación de cadenas hoteleras, por lo que la presencia de estos directores en León es mucho menor.

–En la ciudad hay varias obras de nuevos hoteles, ¿cómo valora el posible aumento de la oferta de alojamiento?
Son establecimientos que no los contemplo como competencia directa. Todo aquel establecimiento que venda una cama es uno más a competir, pero estamos hablando de edificios pequeños con ocho o diez habitaciones que se dirigen prácticamente al cliente vacacional, de puentes, de fines de semana y de períodos estivales. Pero soy de los que creo que cuanto más oferta tengamos mejor. Lo que hay que hacer es fomentar que la gente llegue más a León y no entrar en conflicto entre unos y otros.
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