"Lo que está haciendo la Junta es deleznable y le vamos a recordar que se han comprometido y no se puede tolerar que mienta", aseguró la concejala. "La protesta social es necesaria pero desde el Ayuntamiento ya hemos enviado misivas a la Junta, tanto a Educación como Servicios Sociales solicitándoles que mantengan el servicio, porque es el único que prestaba esos recursos", más que educativos, también sociales.
González considera que es un tema sobre el que ya había un compromiso de traslado al colegio Luis del Olmo e invertir para él para adecuarlo 1,5 millones pero "ahora han tirado balones fuera, la consejera de Educación y Servicios Sociales se han apoyado para mentir al Bierzo. No es cuestión de que no se haya negociado, sino de que la Junta ahora se niega a mantener esas dependencias", dice.
88 ayudas de comedores estivales
La concejala abría los talleres de verano que se desarrollan en el centrocívico de Flores, en el colegio San Antonio y en el de Luis del Olmo. Suponen conciliar la vida laboral y familiar y promover un ocio saludable. Casi 300 niños y niñas acuden a ellos lo que marca un éxito absoluto. Son gratuitos y en horario de mañana, pero además se abren otros dos proyectos de conciliación para niños de entre 0 a 6 años en las escuelas de educación infantil, ya hay 42 apuntados con un coste de 5 euros por menor -desde la Concejalía para familias que no ingresen el Salario Mínimo Interprofesional, se costea el servicio-. Para niños de entre 6 y 16 años también hay un programa en la Escuela Hogar con el mismo régimen.
A lo largo de julio hay otro proyecto para niños con necesidades educativas especiales en el Colegio Bergidum. Y para todas las familias vulnerables que se hayan quedado sin beca comedor de la Junta, la Concejalía que lidera ha puesto en marcha ayudas de 100 euros por menor y mes, que completa 250 euros a lo largo del verano. Ya se han concedido 88 ayudas, 35.250 euros invertidos, una cantidad que asegura que está creciendo por los daños que ha dejado la pandemia en la ciudad. de hecho asegura que, cuando se pusieron en marcha los comedores de verano solo había 22 apuntados y ahora, esa cifra se ha multiplicado por cuatro.