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El chivo cuando es castrón

06/09/2015
 Actualizado a 17/09/2019
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Hay paisanos que tienen una facilidad tremenda para definir lo que pasa. Sidoro, el del bar casa Isidoro con televisión de plasma para ver el Parte de la Primera, se quedaba eclipsado mirando para ella, sin pronunciar palabra, y cuando salía el Parlamento trabajando, recitaba sin inmutarse:«El chivo cuando es castrón, borrego hasta cierto punto, pero hay quienlo es todo junto:chivo, borrego y castrón».

Yya no decía ni otra palabra hasta que empezaba el tiempo, que era cuando avisaba a los que estaban pendientes para ir a segar o no:«Atentos, que viene el tío de las isobaras».

Y marchaba a comer:«El señor se va a maxilar un poco».

Hablando del tiempo, un paisano de Matueca con boina. Leía el periódico como sin mirar pero escuchando como la buena de Luci consolaba al cliente:

- No para de llover, pero el agua dicen que siempre es buena.

- Si fuera buena iba a caer en Matueca por el forro de los cojones;medio murmuraba el paisano sin mover la gorra ni levantar la cabeza del periódico. Y se hizo el silencio.

Otro con facilidad para definir el entorno era el gran Miguelín de Acebedo, no necesitaba hablar de violencia para explicar las bandas callejeras de Barcelona:«Aquello era terrible, un día quedabas con un amigo en las Ramblas y al día siguiente ya lo veías en el tanatorio». Era especialista en explicar lo inexplicable, en pedir con gracia. En un corro de lucha no hacían más que sacarle chavales para que lo cansaron, fue a ver a su amigo Felipe León y le pidió:«Hay que parar el chorro de hormigas, sal ahí y haz hueco para un pantano con la cabeza de un tío».

Falta nos hacían aquellos paisanos que, como ellos decían, «cuando hablo palabaras digo»y, además, las palabras valían para el día siguiente, no caducaban antes que los yogures de leche de burra.

Pero, qué le vas a hacer, las teles de plasma están mirando para estos otros, los de «el chivo cuando es castrón, borrego hasta cierto punto...».
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