Este proyecto fue otorgado por el Ministerio de Fomento al Ayuntamiento de Ponferrada en diciembre de 2018 mediante la Convocatoria del Programa de Conservación del Patrimonio Histórico Español “1,5% Cultural”. Para la ejecución del proyecto, se redactó el “Proyecto Básico y de Ejecución de las Obras”, aprobado por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León en 2018, de acuerdo al Plan Director del Castillo de los Templarios [1994] premiado con el Premio ARPA [2002], iniciándose las obras de rehabilitación en junio de 2019.
La inversión total con la que ha contado el proyecto es de 1.902.853,05 euros, aportados por el Ministerio de Fomento en una cantidad de 1.321.937,86 euros y por parte del Ayuntamiento de Ponferrada con 580.915,19 euros. La empresa adjudicataria de los trabajos es la UTE Orega SL-Coviastec y el director de Obra es el arquitecto Fernando Cobos Guerra. La parte arqueológica la encabeza Rodrigo Garnelo Merayo.
Este proyecto de intervención incluía la recuperación de la estancia cubierta que se ubicaba en la zona norte, entre el Cubo Viejo, o del Duque de Arjona, datado en el siglo XIV, y la torre del Homenaje Nuevo, identificada por la documentación de la época y “por el análisis de las improntas dejadas en los muros”. Son estancias que podrán ser visitadas ya a partir de su presentación, aseguró De Vega, que anuncia que se presentará también una batería de propuestas a realizar a lo largo del verano con el fin de potenciar la visita a la fortaleza y dar a conocer esta nueva parte en la que las excavaciones han dejado importantes hallazgos como un enterramiento o más de un centenar de bolaños de bombarda, los proyectiles utilizados en los conflictos antes del uso del cañón.
El Castillo, gracias a esta intervención ha hablado y parece contar que esta estructura, así como la mayoría de dependencias del Castillo Viejo, “se abandonaron poco después, en la primera mitad del siglo XVI, momento en que se produjo el derrumbe mencionado”. Siglos más tarde solo se mantuvieron las estructuras defensivas perimetrales (rondas y torres), pero sin utilidad. Solo el palacio, ya fuera de ese Castillo Viejo, fue la única estancia que se mantuvo en uso, hasta el siglo XIX.
"Curar" las heridas gráficas del castillo
De Vega anuncia que, aunque las obras de recuperación del Castillo Viejo estén concluidas y se preparan para las visitas, falta aún el perímetro de la fortaleza, que reconoce que necesita un plan perimetral específico. En las nuevas escaleras, la ladera está en mal estado y requiere una inversión para ello, pero sobre todo necesita una mejora en su exterior en la parte en la que se realizan botellones y se dibujan graffitis en sus paredes medievales.
La concejala asegura que ya han concretado un plan para poder eliminar esas pintadas, aunque reconoce que el problema es serio "la decadencia de la zona hace que no les importe realizar esas pintadas", que se siguen reproduciendo. Ese plan perimetral acabará con ellas, espera, pero no sabe de qué manera podrá corregirse esa actividad vandálica, puesto que la colocación de cámaras de seguridad para poder hacerlo, asegura que es posible que no pudiera realizarse para adecuarse a la normativa.