Así, el fin de semana el Castillo rejuvenecerá y volverá a la Edad Media, acogiendo un campamento en el que ya desde el viernes se impartirán talleres en los que se tratará de mostrar como vivían los habitantes de la fortaleza en pleno siglo XV.
Será el prólogo para la recreación del asalto al Castillo que tendrá lugar el sábado. En él participarán grupos llegados de toda la geografía española, como Galicia, Asturias, Cantabria, Toledo o Madrid, un espectáculo que se desarrollará en dos partes, una que tendrá lugar en la entrada y otro en el Castillo Viejo, en el que se producirá un desfile que permitirá ver en movimiento armaduras que muchas veces solo pueden verse en los museos.
González espera que la iniciativa tenga buena acogida y se convierta en el primer de «futuros eventos» que permitan explotar la milenaria historia de la fortaleza para fines turísticos.
El superviviente
La revuelta de los Irmandiños que se recreará este fin de semana en Ponferrada se originó en Galicia y llegó a la comarca, donde fortalezas como la de Sarracín, Cornatel o Balboa fueron totalmente arrasadas.
La rebelión llegó a las puertas de la fortaleza Templaria, que a diferencia de las más de 140 baluartes que fueron destruidos durante la contienda, resistió y supuso el principio del fin de la contienda que terminó con la ejecución de sus promotores en Santiago.