"El carbón se te mete en la sangre"

Laura Alonso no había tenido mayor contacto con la minería hasta que conoció a su marido, Roberto Crespo. Él es uno de los heridos en el accidente que en octubre de 2013 causó la muerte a seis compañeros suyos de La Vasco

Rosa Álvarez y Laura Pastoriza
18/02/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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–¿De qué pecados te confiesas?
– Pecados seguramente que todos, pero el propósito siempre es intentar ser mejor persona.

– Tanto para tu marido Roberto como para ti la mina ha significado mucho más que un puesto de trabajo, ¿qué tiene la profesión que engancha tanto a quienes están en contacto con ella?
– Nuestro caso es curioso porque no teníamos nada que ver con la minería ni él ni yo. La mina es otro mundo, se te mete dentro y al final es una manera de entender la vida. El carbón es algo muy especial y tiene un polvo tan fino que se te mete en la sangre. Todas las personas que estamos a su alrededor lo defendemos, queremos que siga adelante y nuestra vida gira en torno a eso. Es un trabajo muy especial y con unas condiciones tan duras que nos atrapa a todos.

– Llevas con orgullo ser mujer de minero, pero –dejando a un lado el accidente de 2013, que es evidente– ¿la profesión de tu marido te habrá costado también más de un desvelo?
– Sin duda el accidente de 2013 ha sido lo peor que nos ha tocado vivir. Otros accidentes previos también, porque nunca los olvidas, siempre los llevas en la cabeza. Antes, la peor situación que pensábamos que nos iba a tocar fue la huelga que tuvimos un año antes. Estuvimos muchos meses sin cobrar, totalmente desilusionados... Realmente nos sentimos manipulados. Fue una situación muy dura y yo creía que era lo peor que nos podía pasar dentro de la mina porque nunca piensas que va a haber un accidente y que te va a tocar.

–El 28 de octubre se cumplirán cuatro años del accidente. ¿Qué es lo que más te viene a la memoria de ese día?
– Tengo sentimientos muy contradictorios. Sientes pena por lo que ha ocurrido, que luego se acentúa con el tiempo, pero ese día no puedes evitar sentir alegría por haber tenido la suerte de que la vida nos haya dado otra oportunidad. De ese día lo recuerdo todo. Fue un día extraño.

–¿Crees que se podría haber hecho algo más para evitar la tragedia?
– Sin duda. Ese accidente podría haber ocurrido hace muchos años, pero hoy por hoy, con los medios que existen... La mina te habla y te dice en qué situación se encuentra... Se podría haber evitado.

– Has seguido el proceso muy de cerca, ¿estáis satisfechos con el resultado de la investigación?
– La investigación de un accidente en la mina siempre es algo complicado porque no se investiga de la misma manera que otras cosas. Nos faltan muchas cosas todavía y la prueba está en que la instrucción todavía no se ha cerrado y casi va a hacer cuatro años y estamos a la espera de recibir documentación que se tendría que haber recopilado ese mismo día, 28 de octubre. Todo es mejorable sin desmerecer el trabajo hecho.

– ¿Se llegará a hacer justicia?
– Esperamos que sí porque si no, no seguiríamos luchando. Estamos buscando la verdad y la justicia.

– ¿Cómo han cambiado vuestras vidas desde entonces?
– Mucho. A partir del 28 de octubre comenzamos a vivir el resto de nuestra nueva vida. La vida es otra y el tiempo te hace ver las cosas de otra manera, con más calma. Ha habido muchas cosas malas en las que intentamos no pensar y lo mejor es que Roberto siga estando aquí y que podamos disfrutar de nuestro hijo.

-¿Crees que hay futuro para la minería?
– Eso nos gustaría. Siempre hemos creído en ese futuro y yo no entiendo León sin la minería, la agricultura o la ganadería, sectores que para el desarrollo de León han sido claves. No nos podemos permitir el lujo de que la minería desaparezca.
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