Tal y como explica García Marín, se adaptarán las aulas "por si hubiera que volver a confinarse", para lograr optimizar la respuesta y que la calidad de la enseñanza no se viera resentida por la cancelación de las clases presenciales. "Esperamos que para el año que viene no tengamos que presupuestar nada porque el coronavirus haya desaparecido, pero este año hemos decidido destinar una partida específica", explica el recientemente reelegido rector.
Respuesta inmediata
De esta manera, reservando una partida "exclusiva" en el propio presupuesto, se da "la mejor respuesta" a las peticiones del Procurador del Común que esta misma semana pidió a las universidades públicas "agilizar" la respuesta a "eventuales crisis sanitarias". La institución que dirige Tomás Quintana se interesó así por las aportaciones de las instituciones académicas de Castilla y León a la lucha contra la pandemia. "Claro que se han tomado muchísimas medidas, en esta y en todas las universidades. Si tiene algo más que solicitar que nos pregunten y les contestaremos", apunta García Marín.
El Procurador del Común comenzó a finales del mes de marzo una actuación de oficio, para determinar cómo las universidades autonómicas estaban colaborando en la lucha contra la pandemia del coronavirus. De esta manera, la institución dirigida por Quintana y con sede en la ciudad de León se interesó por cómo la ULE, y el resto de universidades públicas de la comunidad, estaban poniendo a disposición del bien de todos sus equipos, laboratorios y talleres, así como los investigadores y otros profesionales con conocimientos y habilidades que pudieran hacer sus aportaciones para aminorar la expansión del Covid-19.