El campo no para: "Sabemos que somos necesarios, no nos podemos quedar en casa"

Agricultores y ganaderos trabajan estos días con normalidad en las explotaciones leonesas: "La población necesita los alimentos que producimos"

Cristina Centeno
19/03/2020
 Actualizado a 19/03/2020
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Pendientes de las noticias sobre el avance del coronavirus y «cohibidos» ante las medidas del estado de alarma, Cecilia Castro y José Manuel Pérez continúan estos días con su rutina habitual en su explotación familiar de vacuno de leche en Villaquejida. En la misma situación se encuentra Daniel Rodríguez, que sigue ordeñando y atendiendo con «normalidad» a las vacas que tiene junto a sus padres en la localidad de Valle de Mansilla.

El sector primario no entiende de cuarentenas y, menos aún, de teletrabajo. En estas jornadas de confinamiento social, las explotaciones agrícolas y ganaderas siguen con su actividad habitual. Los animales requieren atención los 365 días del año y son unas semanas decisivas en el campo, por lo que la actividad es intensa para preparar el terreno de cultivos como el maíz, la alfalfa o la remolacha.

Con los movimientos limitados para ir de casa a la granja y de la granja a casa, Cecilia asegura que la cuarentena «está siendo dura a nivel psicológico» pero «la rutina del día a día la seguimos llevando». Esperando al lechero, que estos días llega con guantes y mascarilla y respetando las distancias de seguridad para prevenir contagios, confiesa que «los animales también nos necesitan y nosotros a ellos, porque hasta nos sirven de terapia en estos momentos tan difíciles».No están fallando los proveedores y la leche se recoge cada mañana con normalidad. «Ahora mismo nos sentimos protegidos», admite. «Vemos que las fábricas de pienso están ahí para servirnos, los transportistas siguen viniendo... no sentimos el vacío que pueden estar sintiendo otras partes de la sociedady eso se agradece», celebra Cecilia.Tampoco ha habido ningún problema de ese tipo en la explotación de Daniel. Tanto el lechero como los repartidores «guardan la distancia» pero, al menos por el momento, todo ha llegado con normalidad. Lo mismo pasa en las casas de recambios, que «no están abiertas al público pero si llamas porque necesitas algo te sirven», asegura. Mientras esta «gran desgracia» pasa, el sector primario continuará trabajando para garantizar la producción de alimentos. Su papel es fundamental para que las estanterías de los supermercados sigan llenas y no se llegue al tan temido desabastecimiento.«Ahora sí que sentimos la necesidad de nuestro trabajo», reconoce Cecilia. «En estos momentos tan duros nos sentimos necesarios y eso nos fortalece para levantarnos cada día a trabajar», celebra recordando que «llevamos mucho tiempo reivindicando que nuestro sector es necesario porque la población come igual que nosotros tenemos que venir todos los días a alimentar a nuestras vacas».Por ello, José Manuel espera que esta crisis sirva para «enseñar un poco a la sociedad lo necesarios que somos y que nos estimen un poco, que la gente vea que somos necesarios y que no se puede depender de los alimentos de otro país». «Cuando se cierran las fronteras quien tiene que dar el do de pecho es el agricultor y el ganadero español, y lo damos», apoya su mujer, Cecilia. «Por eso hace falta que este sector se mantenga vivo y que la gente joven se ilusione por este proyecto de vida que es tan necesario para todo», reivindica. En la misma línea, Daniel Rodríguez espera que la crisis del coronavirus sirva para valorar más el trabajo del sector, «fundamental» para seguir proporcionando alimentos al mundo.Estos ganaderos defienden que el campo no puede ni debe parar en estos momentos y llaman a la responsabilidad social para pasar cuanto antes este bache. «Nosotros no nos podemos quedar en casa, pero venimos con la ilusión y las ganas de todos los días, de luchar y de compartir estos momentos con todo el mundo y ver que somos capaces de salir adelante, porque juntos podemos hacerlo», confió Cecilia apelando a que la situación derivada de la propagación del Covid-19 «nos está enseñando que si tú estás bien yo estoy bien, que esto es cosa de todos y que solo juntos podremos con ello». «Quietos todos en casa, que nosotros producimos», se comprometió José Manuel.ConfusiónMientras sigue la actividad agrícola y ganadera con aparente normalidad en la provincia, las opas defienden la «responsabilidad» y el «compromiso» del sector en su labor de «proporcionar alimentos a la sociedad», un trabajo «aún más esencial cuando nuestro país está inmerso en una crisis muy grave que obliga a un esfuerzo unánime y sin fisuras de todos los españoles», apoyó Asaja a través de un comunicado.«Los ganaderos atienden cada día la alimentación y cuidado de sus animales, para que siga su ritmo normal el abastecimiento de carnes, leche, lácteos o huevos», defendían. Mientras, «los agricultores prosiguen con sus tareas, sometidas a las complicaciones del tiempo -las lluvias son ahora mismo muy necesarias-, y aprovechando los momentos adecuados para que las producciones agrícolas avancen».

Eso sí, la organización agraria reconoce la «confusión» entre los profesionales del sector por la proliferación de normativas y avisos durante estos días de estado de alarma. «Está claro que la agricultura y ganadería son estratégicas para un país, y así se ha contemplado en el real decreto para gestionar la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, que establece un tratamiento especial para garantizar el funcionamiento de establecimientos en los que se produzcan alimentos, incluidas las granjas, lonjas, fábricas de piensos para alimentación animal y mataderos», recordaron.

En la misma línea, desde la Unión de Campesinos de Castilla y León trasladaron a los profesionales agrarios que «la producción de alimentos es prioritaria», por lo que los agricultores y ganaderos «podrán trabajar con normalidad, siempre y cuando cumplan con las recomendaciones establecidas, para prevenir y evitar posibles contagios». Por tanto, aseguraron, «la Guardia Civil puede comprobar que cumples con todas las recomendaciones realizadas de seguridad para evitar contagios, pero no podrán sancionar por ir a trabajar con vuestro tractor, realizar labores de campo, verificar el estado de vuestras colmenas o vuestras ganaderías».

Medio rural envejecido

A pesar de seguir con su rutina diaria, para los profesionales del campo el confinamiento también está siendo «duro», asegura Cecilia, que se siente todavía «más privilegiada» de vivir en el medio rural en estos momentos. Para ella, la explotación que comparte con su marido «es mi segunda casa», porque allí están al pie del cañón durante los 365 días del año. «Tenemos la suerte de vivir en este maravilloso entorno rural, donde pensamos que aunque haya bichos la carga viral será menor», confiaba este miércoles. Por eso solo pide «poder seguir con nuestro día a día, que no pase nada y que intentemos llevarlo todo lo mejor posible».

Porque en pueblos como el suyo, Villaquejida, la gran mayoría de la población es de riesgo. «En los pueblos tenemos mucha gente mayor y es la que nos está preocupando más», admite, por eso pide concienciación para cumplir con las medidas de cuarentena. «Yo le explico a mi hijo que no puede ir a ver a sus abuelos porque para él igual no es malo pero para ellos sí», admite. Mientras, reconoce que sus padres, mayores, «no lo entienden». «No oyen aviones ni creen que haya una guerra por lo que no entienden la necesidad de la lejanía, de que no podamos ir a su casa, les cuesta mucho», reconoce Cecilia.
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