El Camino de Santiago, ¿también después del verano? Ventajas y desventajas

L.N.C.
21/09/2021
 Actualizado a 21/09/2021
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Hemos dedicado un detallado especial al Camino de Santiago centrado en el Camino Francés a su paso por la provincia de León. Para muchos, la ruta jacobea es una experiencia veraniega a realizar durante las vacaciones estivales. A ello contribuye también el hecho de que el día de Santiago sea precisamente el 25 de julio.

Pero ¿es una buena idea hacer el peregrinaje compostelano más allá de septiembre? En las siguientes líneas te contamos las ventajas y las desventajas de esta opción. De esta manera, podrás decidir si animarte con ella en otoño o en invierno, o bien reservar tus energías para el verano de 2022.

Ventajas de hacer el Camino una vez terminado el verano


Los peregrinos que quieran vivir el Camino como una experiencia personal e introspectiva preferirán evitar el verano para caminar o pedalear. En otoño e invierno las masificaciones y aglomeraciones son prácticamente nulas. Aunque este Xacobeo ha sido menos multitudinario que otros, los peregrinos nacionales no han faltado a su cita y han animado la ruta durante los meses estivales.

Las condiciones meteorológicas pueden ser más adversas, como veremos más abajo, pero los peregrinos más positivos lo verán como un factor más de superación. Por tanto, supondrá un plus de satisfacción en el esperado momento de la llegada a la Plaza del Obradoiro.

Además, cabe decir que el verano no está libre de una condición meteorológica adversa que limita enormemente al peregrino: el calor extremo en las horas centrales del día. Por supuesto, el norte de España lo sufre menos que el resto de la península, pero la ola de altas temperaturas de mediados de agosto nos recuerda que ya ningún territorio está a salvo de ello.

Desventajas de hacer el Camino pasado el verano


Una de ellas es la menor disponibilidad de albergues y otras infraestructuras turísticas, pues se entra ya en la temporada media o baja y muchas instalaciones echan el cierre.

En otoño y especialmente en invierno, el clima puede ser más hostil. Por ello, se hace fundamental llevar equipamiento adaptado a esta época, en especial ropa y complementos de abrigo, preferiblemente tejidos aislantes o térmicos. Además, se puede tomar nota de algunos detalles sencillos pero muy efectivos:

• Llevar una capa impermeable para proteger al peregrino y su macuto en caso de lluvia.
• Optar por botas con forro interior impermeable, lo que a menudo se conoce como Gore-Tex.
• Llevar en el equipaje cinta adhesiva o gomas elásticas para fijar el pantalón a la bota y evitar la filtración de agua o nieve cuando estas hagan acto de presencia. Ambos artículos también ayudarán a cubrir el macuto o las alforjas cuando sea necesario

Y no menos importante es el hecho de que los días son más cortos. Por tanto, el peregrino tendrá menos horas de luz para caminar o pedalear, por lo que las etapas serán necesariamente más breves.

En resumidas cuentas: el otoño y el invierno son también buenas épocas para hacer el Camino de Santiago. Pero si te decantas por esta opción, presta especial atención a las recomendaciones de la web oficial del Camino de Santiago y a algunos aspectos de la organización, como la reserva de alojamiento, el equipamiento a utilizar o el kilometraje de las rutas.
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