El bolero (y no de Ravel)

Si se consulta en el diccionario de la Real Academia el término bolero, se hallarán hasta once definiciones. Once. No obstante la primera de ellas, la que abre el conjunto de acepciones –que es, precisamente, la más coloquial y extendida entre la sociedad española–, se refiere a alguien «que dice muchas mentiras». Textual. De manera que ‘Mi Persona’, es decir, el trampantojo que es en sí mismo Pedro Sánchez, el tergiversador ‘amo’ de La Moncloa, el que asume sin respirar una cosa y la contraria, es un bolero de libro. Cabe sospechar –aunque de momento no esté acreditado– que tampoco dice la verdad ni al médico.

Ahora, con esa brillante idea de reunirse con la gente –con su gente, que no la de la calle– vuelve a convertirse en el pirata de la pata de palo para seguir mintiendo a diestro y siniestro. Sin ningún pudor. A lo bestia. Sin medida. Todo preparado y cocinado a la carta. Eso sí, cuenta para ello con el beneplácito de los lacayos mediáticos afectos, quienes, a mayor gloria del bolero, le interpretan y reinterpretan las trolas a favor de obra. Que le zumba el mango.

En su línea de ser más absorbente que la mejor compresa del mercado en cuanto a higiene femenina, Sánchez –y lo anunciaba hace unos días su entorno más cercano, es decir, Ferraz y algunos ministros teledirigidos– designaría «personalmente los candidatos socialistas de las próximas elecciones municipales y autonómicas». Por el bien del partido. Se supone que los boleros del bolero se referían a las capitales de provincia más importantes y aquellos otros municipios de cierta entidad, porque, en caso contrario, Cendón, el secretario general socialista en la provincia leonesa, se comería ese 70 % de candidatos que, dice, tiene apalabrados para las elecciones de mayo. Pero, en fin, que nadie haga caso. Es otra bola. Otra mentira más de Sánchez para meter miedo y asustar a los suyos. Ya lo dijo Alfonso Guerra durante su mordaz etapa de vicepresidente del Gobierno: el que se mueva, no sale en la foto. La misma política, copiada, del bolero Sánchez.

En cualquier caso se sabe, que, pese a su manifiesta ‘rebeldía’ pro León, José Antonio Diez renovará como ‘number one’ a la alcaldía leonesa. Que los del PSOE de aquí, los que mandan con permiso de Madrid y la inoperancia de Tudanca –que, en comandita, no pueden verlo ni en pintura– no vuelvan a buscarle las vueltas y a tocarle los costados, como ya hicieran con pésimo resultado a primeros del pasado mayo. Sin Diez liderando la papeleta al Ayuntamiento de la ciudad, los socialistas podrían pegarse un leñazo sin precedentes en la apertura de las urnas. Y eso no se les oculta a quienes les gustaría descabezarlo. Son instigadores, sí, pero no idiotas.