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El bipartito astorgano

19/09/2015
 Actualizado a 09/09/2019
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Pues llegó el bipartito, llegó para quedarse, llegó con indolencia y de puntillas, de a poco, que dicen por ahí. Primero guardo silencio ante tus decisiones, luego te suelto un piropo, más tarde vemos a la prensa juntos, me incluyes en la Junta de Gobierno, luego a mis ediles, y con el año nuevo y el presupuesto aprobado, concejal con peso y paso…todo muy bonito, todo, por si acaso.

La gente en la muy leal, benemérita y romana urbe se pregunta si ahora los votos de Peyuca, que no le van a hacer alcalde, sirven para el PP. Unos votos con los que el profesor/alcalde Arsenio García dice obtener la tranquilidad necesaria para gobernar y que la ciudad avance. Oteas el horizonte, y ves a tus enemigos, después eliges a quién puedes convencer para, junto a él, hacerte más fuerte ante el resto. Pero la pregunta y la decisión es: ¿Eliges al más poderoso o escoges al más débil para hacerte más fuerte tú? Una buena pregunta para el señor Arsenio. ¿Nos puede decir qué hizo usted? ¿O quizás solo se sentó a esperar?

El caso del Partido Autonomista Leonés y su progresivo acercamiento al PP de la ciudad es cuando menos curioso. Hace pocos meses, durante la campaña electoral, y contrariamente a lo que podía pensarse, Pablo Peyuca basó su estrategia en arremeter duramente contra los populares. Escuchando de nuevo, hace unos días, el debate que los candidatos del PSOE, PAL y PP mantuvieron en Onda Cero antes del 24 de mayo pude recordar como Victorina Alonso y Peyuca lanzaban al candidato conservador misiles por mar, tierra y aire; atacaron con tanques, cañones, fragatas y bombarderos, mientras que el bueno de García se defendía con una bayoneta, llamando a la prudencia y respeto al ‘señor Pablo’ y a la ‘señora Victorina’, tal y como él los nombraba.

El presidente del PAL, una vez conocidos los resultados, reconoció que no eran los esperados por y para su formación. Llegó más mal que bien a repetir ediles. El panorama cambiaba totalmente y la reconversión para tener peso en la Casona maragata era necesaria. Así lo advirtió: «Voy a dejar hacer, voy a dar libertad, tal y como hice con Victorina Alonso al inicio de la pasada legislatura». Palabra de presidente (del PAL). Oficialmente la historia es que el propio alcalde, y en agradecimiento a este ‘buen rollo’, ha decidido incluir a Peyuca en Junta de Gobierno…por los servicios prestados, y los que pueda prestar.

Pero no es totalmente cierto que la postura sea igual ahora que hace cuatro años. Y no es complicado saberlo, a tenor de las notas de prensa que por aquel entonces enviaba a las que manda ahora. El volumen es desde luego mucho menor. El silencio, no solo en los plenos, ha reinado más durante estos meses de lo que lo hizo en 2011. Creo que es algo que todo el mundo ha podido advertir (sin tener que contar notas de prensa de uno y otro período).

Seguramente por ideología el PAL sea un primo hermano del Partido Popular, pero con algún tinte leonesista. No es para nada raro ni malo desde luego, cada uno opta por lo que quiere, ahora solo falta saber qué tipo de carta va a otorgar ‘el señor Pablo’ en su nueva andadura. ¿Será blanca? ¿O habrá tintes grises? Peyuca ha prometido seguir siendo y haciendo oposición. Siéndola y haciéndola, repito. Veremos cuando la unión sea una realidad. Y veremos qué opinan sus votantes de ello. El ‘solo ante el peligro’ se ha terminado. El ‘yo contra todos’ también.Peyuca ya es gobierno, pero no alcalde. Ya lo dijo Darwin. Solo las especies más fuertes sobreviven. Pero ¿a qué precio? Y sobre todo, ¿durante cuánto tiempo?
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