El Bierzo en la encrucijada

La evolución socioeconómica del territorio que abarca el Consejo Comarcal del Bierzo es mala. Los 38 municipios que lo componen mostraban una pérdida del 15,71% de la población (INE) entre 1986 y 2021. Es similar a la media provincial en el mismo periodo (-14,93%), o a la del resto de la provincia (-14,64%). Sin embargo, las dinámicas son diferentes, ya que la capital provincial, por ejemplo, perdió población desde 1996 (casi 26.000 habitantes), mientras que Ponferrada no lo hizo hasta 2010 (5.000 habitantes). El occidente de la provincia, compuesto por Laciana, el Consejo Comarcal del Bierzo y La Cabrera están sufriendo un declive más rápido que otras zonas, que se acercan ya a su suelo poblacional.

Los bercianos pueden optar por no hacer nada, o bien por intentar cambiar el futuro económico. Para los partidarios del cambio se presentan varias opciones. La más fácil a priori es el desarrollo del Consejo Comarcal del Bierzo, organismo creado por la Junta de Castilla y León en 1991. Sin embargo, no parece la vía adecuada pues su presupuesto, tras 31 años de existencia, es de unos 5 millones de euros. En consecuencia, la Junta no lo ha dotado, ni desarrollado, ni tiene intención de hacerlo.

Otra posibilidad que se comenta es la creación de una provincia del Bierzo. En este caso hay dos obstáculos insalvables. El primero es la inexistencia de un camino constitucional para crear nuevas provincias. El Gobierno Catalán, con fuerte ascendiente sobre el Gobierno Central, lo intentó repetidamente, pero ha desistido ante la imposibilidad legal de lograrlo. Las provincias son las demarcaciones electorales nacionales y aquellas más pobladas no están dispuesta a una mayor sobrerrepresentación de las menos pobladas de la que ya existe.

Un tercer camino es el paso hacia otras provincias. En este caso hay un camino constitucional, establecido en el artículo 141. El Bierzo podría pasar a provincias limítrofes (exclusivamente). Son Lugo y Orense. Sin embargo, la evolución económica de esas provincias es aún peor que la berciana, por lo que no parece ser oportuno para crecer.

El cuarto camino, también viable constitucionalmente, es una Autonomía Leonesa en la que el Bierzo tenga un estatus propio. Eso es lo que está proponiendo algunos técnicos que lo explicitan más: el territorio dependiente de Ponferrada formaría un distrito autonómico, con procuradores propios y el presupuesto que le corresponda proporcionalmente, según su población. Eso supondría territorializar en el Bierzo unos 650 millones de euros de presupuesto anual, sedes de consejerías y consejo de gobierno. Es la opción más favorable y posible.