El barrio que resurge desde sus escaparates vacíos

Vecinos y comerciantes de Amigos de La Puebla se implican en hacer revivir lo que fue centro neurálgico de ‘la ciudad del dólar’

D.M.
18/07/2021
 Actualizado a 18/07/2021
Beatriz Docampo y Sonsoles Ysart, del equipo directivo de la asociación de Amigos de La Puebla. | D.M.
Beatriz Docampo y Sonsoles Ysart, del equipo directivo de la asociación de Amigos de La Puebla. | D.M.
La Asociación de Amigos de La Puebla lleva unos años luchando por recuperar el esplendor de un barrio que fue centro neurálgico de Ponferrada. No es sólo a nivel comercial, sino también vecinal, social, cultural... ahora, acaban de inaugurar una nueva exposición en sus especiales ‘galerías’, los escaparates de los comercios cerrados. Ventanas abiertas al arte y al recuerdo.

Es una muestra vinculada al Camino de Santiago, que atraviesa parte de la céntrica avenida ponferradina. Pero su inauguración hace unos días ha servido para reivindicar también un plan para poner en valor los edificios singulares de La Puebla, algunos con mucha solera, de los años de la ciudad del dólar.

Defienden que para ello debería existir unplan de protección, ante el riesgo de que «se caigan y entonces si que no tendremos base desde la que reconstruir la tan ansiada vida de barrio en el centro de la ciudad».

Así lo explica Sonsoles Ysart, vicepresidenta del colectivo, y que regenta su farmacia en la zona. Recuerda que la asociación«surge a raíz del desolamiento de la calle y el abandono por parte de las instituciones, principalmente el Ayuntamiento que es el mas implicado. Nace de esos cafés compartidos en las cafeterías de la zona, donde coincidimos las personas que trabajamos en ella y compartimos nuestras perspectivas de futuro profesional. Se forma un pequeño grupo con ganas de hacer ver que merece la pena volver a dar vida al centro de la ciudad, como una reivindicación en forma de fiesta, positiva, con ganas de compartir y repartir ilusiones».

En esos cafés, se trataba de buscar explicación a la decadencia del barrio desde los años 90. «Los motivos seguramente sean varios y los historiadores y sociólogos lo tendrán mas claro, Pero creo que este mal, por desgracia, es común. Los centros de las ciudades que antes vibraban social y económicamente se convierten en reductos de abandono, una de las razones puede ser el desarrollo urbanístico de Ponferrada, concentrado en crear vivienda y centro comercial en sus afueras sin proteger, ya no el casco histórico, sino el centro social, otra de las razones puede ser la crisis que ha sufrido y sufre el Bierzo, al igual que toda España, pero acrecentada por el fin de la minería, también tendrá que ver que El Bierzo es una zona hermosa pero mal comunicada y sin clara vocación turística mas allá del Camino de Santiago, la desidia en el mantenimiento del día a día por parte del Ayuntamiento, la falta de planes de incentivos a la restauración de viviendas o instalación de negocios....creo que lo mas rechazable es la falta de intención del cuidado de esta calle que se ha venido dando los últimos años», explica Sonsoles Ysart.

Cuando echaron a andar, empezaron a adornar la calle y a celebrar fiestas señaladas como San Valentín o La Navidad o el inicio del verano, con animación a las puertas de sus locales. «Generar vida de barrio pensamos que es fundamental para generar riqueza social, cultural y económica. Pensamos que compartir experiencias, habilidades e ideas es positivo para crear una sociedad mas involucrada en su desarrollo, y el desarrollo de una zona genera calidad de vida».

Sobre si estas iniciativas están funcionando o no para conseguir sus objetivos, responde que «depende de donde pongamos el listón. Nuestra intención no es cambiar el mundo, ni siquiera trazar planes detallados, para eso están los técnicos. Sí buscamos servir de acicate para que se den cuenta de que merece la pena trabajar por el nuevo desarrollo de La Puebla, porque así toda Ponferrada gana. Y si lo analizamos desde este punto de vista creo que podemos estar orgullosos de que esa calle se vuelva a tener en cuenta. Lo primero es existir para que otros se den cuenta del potencial.

Son muchos los que se están implicando en este resurgir del barrio, según indica. «Es curioso ver que siendo tantos y tan diferentes todos los que formamos la Asociación, ya que lo que nos une es la casualidad de estar físicamente ligado a esta calle de una manera o de otra, las ganas de apoyar y el respeto son valores que palpas en cada momento. Estamos en una fase de apertura a vecinos, gentes afines a la calle y a todo el que le guste la iniciativa. Hasta el momento la valoración es muy positiva, se nota que el interés de todos es que de alguna manera colaboremos a que esta calle sea un centro atractivo, y eso hace que cada nueva iniciativa se acoja con optimismo e ilusión. Respecto a instituciones, nosotros preferimos ser independientes y tener de estas solo lo que nos corresponde. Creemos que la libertad es fundamental para poder gestionar nuestra manera de actuar para hacer esta calle visible a la sociedad», argumenta.

Hasta ahora, su manera e actuar ha estado muy basada en hacer fiestas «porque pensamos que lo que queremos es que la gente venga a disfrutar a la Puebla» y como la pandemia se ha llevado por delante esa opción, por el momento, ya están pensando en nuevas fórmulas.La de exprimir al máximo los escaparates de locales vacíos es una de las más llamativas, aunque, lógicamente, el deseo de la asociación es queestos locales pasaran de exponer fotos o carteles, a estar ocupados por negocios. «La idea es que haciéndolos atractivos con las exposiciones tengan mas posibilidades de que se interesen por ellos nuevos emprendedores. El uso de estos escaparates además hace que podamos llevar a la calle, pero de manera literal, historia, tradiciones, arte, cultura...es un lujo».

Ideas para el futro tienen muchas, pero, como suele ocurrir, dinero, poco. «Hasta ahora los comerciantes hemos pagado a escote gran parte de los gastos, pero hay que entender que ahora no es el mejor momento para pedir derramasY claro,primero hay que comprar pan y luego invertir en solucionar lo que otros no quieren ver:que una ciudad sin vida de barrio, sin limpieza, sin cultura patrimonial está destinada a la decadencia».
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