El bandolero de Omaña, de fuga a desaparición y ausencia por no querer heredar

Salvador Cañueto, el recordado ‘Bandolero de Omaña’ está siendo ahora buscado pero no por la justicia sino para que cobre la herencia que le ha dejado su madre

Fulgencio Fernández
26/02/2023
 Actualizado a 26/02/2023
Su detención causó verdadera expectación a la vista de la cantidad de noticias que venía protagonizando que iban haciendo de él una leyenda. | J.M. LÓPEZ
Su detención causó verdadera expectación a la vista de la cantidad de noticias que venía protagonizando que iban haciendo de él una leyenda. | J.M. LÓPEZ
La historia del llamado Bandolero de Omaña, Salvador Cañueto, siempre ha tenido tintesimprevisibles. Primero sembró cierto ‘pánico’ ante la sucesiónde pequeños robos en lugares como Palencia u Omaña (de ahí su apodo, pues él realmente es cabreirés) pero cuando fue detenido y se conoció su dura biografía, de niño abandonado y maltratado por la vida, unido a que sus robos habíansido siempre de poca monta y sin violencia, se convirtió en un tipo entrañable, llegando a aparecer en diversos puntos de León y provincia pintadas que decían ‘Viva el bandolero de Omaña’ y una de ellas añadía: «Ni bandolero, ni de Omaña».

Detenido casi por casualidad dio con sushuesos en la cárcel, en la que pasó un buen número de años y aumentó su leyenda de pacífico y nada peligroso. Pero cuando ya iba a acabar su condena, salió de permiso y no regresó, se convirtió en prófugo... y nada más se ha vuelto a saber de él.

Ahora hace unos meses que un despacho de abogados de Cataluña busca a Salvador... «para que cobre la herencia que le dejó su madre», la que le abandonó, entre la que figura un piso de bastante valor en la costa catalana, a compartir con otros tres hermanos que tuvo con posterioridad Baltasara Cañueto. Pero Salvador no da señales de vida, le han buscado en los registros de cárceles, en juzgados, han acudido a los curas de comarcas por las que anduvo, le han dado publicidad a que «el testamento es real y si tuviera algún problema con la Justicia sería subsanable...», pero nada. Salvador no da señales de vida «por lo que sus hermanos, a los que no conoce, se decantan por abrir el proceso legal de declaración de ausencia».

Todo es imprevisible con Salvador.
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