Solo la solidaridad de un negocio de tatuajes de Flores del Sil, Mani Tattoo, le ha permitido subsistir en los últimos años «nos ha cedido su parte de abajo que utilizamos como almacén en el horario comercial y es como podemos trabajar», explica Lili García, presidenta del BAMP, con resignación. En estos momentos, ese almacén está escaso de pienso, su mayor necesidad ahora «nos quedarán unos 80 kilos pero necesitamos mucho más porque tenemos miedo de que la pandemia nos pueda llevar a un nuevo confinamiento».
Durante el estado de alarma, García agradece a la Policía Municipal de Ponferrada sus desvelos para permitir las entregas seguras de alimentos «nos ayudaron mucho porque hay que tener en cuenta que los perros siguen comiendo, igual que nosotros».La pandemia no les hizo crecer en número de beneficiarios «nos llamaba gente que necesitaba nuestra ayuda pero desde otras comunidades y no tenemos infraestructura para atender esa demanda».
En estos momentos hay 12 beneficiarios, todos ellos con perros adultos y un perfil muy parecido «son todo gente de Ponferrada, menos una persona que es de Vega de Espinareda y para la que necesitamos ayuda para trasladar los piensos. Son personas que se quedan sin trabajo, que por el pago de la hipoteca no pueden costear la manutención de los perros…». Problemas que, por lo menos, se felicita García, no se han elevado en tiempos de pandemia.La asociación ha rebajado su ayuda, puesto que ha llegado a contar con casi 30 perros y también con una decena de gatos.
En lo que sí ha afectado el coronavirus es en la falta de realización de eventos solidarios desde los que conseguir un montante económico con el que sufragar las necesidades de los beneficiarios «no hemos podido hacer recogidas de alimentos, como la campaña de Mercadona ni hemos recibido ayuda de Kiwoko», dice García. Incluso se habían realizado mercadillos o celebraciones con monólogos y actividades musicales para ayudar al Banco que este año han faltado.No fallan los cuatro miembros de la junta directiva encargados de gestionar las ayudas «no tenemos aportaciones de las administraciones, subsistimos por las ayudas», recalca García. La falta de eventos hace que las cuentas del BAMP estén a mínimos.
Pero esa situación comienza a cambiar, dice García esperanzada. El gerente de un gimnasio ponferradino, Diego Vázquez lo ha hecho posible convocando el primer evento solidario que la asociación asume en estos meses de sequía.