El Ayuntamiento de Ponferrada no aclara el destino de los 700.000 euros que recorta de la ayuda a domicilio

El Ayuntamiento de Ponferrada no quiere gastarse en el servicio de Ayuda a Domicilio 700.000 euros que le correspondían por contrato a ésta prestación, perteneciente del área de Bienestar Social. Pero además, el equipo de gobierno del consistorio ponferradino, que dirige Gloria Fernández Merayo, tampoco ha dado por el momento ninguna explicación de donde irá destinada esa cantidad.Y es que el contrato del servicio de Ayuda a Domicilio que le fue adjudicado en 2014 a la empresa Carflor, se licitó por un precio de 1,5 millones de euros. Sin embargo, con el recorte de horas que ha hecho el Ayuntamiento de Ponferrada deja el coste para las arcas municipales muy alejado de los 1,5 millones previstos, en concreto, en800.726,64.

Es por ello que, con esta decisión unilateral por parte del Ayuntamiento, la empresa Carflor, que firmó un contrato por casi el doble de horas, no recibe trabajo suficiente para cubrir los contratos de las trabajadoras, con el considerable perjuicio que eso supone para una compañía que emplea a cerca de 60 personas en la prestación de este importante servicio municipal, que cuenta con 300 usuarios en la capital berciana. Y se recorta el gasto del servicio pese a que hay lista de espera a la hora de acceder al mismo.

Carflor había reclamado ya en varias ocasiones la resolución de un contrato que no puede prestar en las condiciones que firmó debido al drástico recorte y a los incumplimientos del contrato por parte del Ayuntamiento, que han convertido el servicio en "económicamente inviable", tal y como explicó en su día la empresa.

El contrato estaba firmado por un año y era prorrogable por otro más, una circunstancia en la que la adjudicataria ya se ha posicionado para reclamar la resolución del contrato al considerar que no se cumplen las condiciones suscritas, que estipulaban 102.150 horas anuales.

El Ayuntamiento ha venido dando palos de ciego continuamente en la posible solución al problema. Primero anunció un contrato puente. Después negaron que esa fuera la solución más adecuada. A continuación anunciaron la redacción de otro pliego para licitar de nuevo el contrato que se está retrasando más de lo anunciado.

Una forma de actuar en el equipo de gobierno de Merayo que no hace más que sembrar incertidumbre en infinidad de áreas y que se traslada también a otros servicios como el de las piscinas del campus, que siguen cerradas al público casi un año después de que Merayo entrara a gobernar en Ponferrada. O el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria del cual se dieron todo tipo de informaciones contradictorias para acabar cargando las arcas municipales con un gasto extra de 1,2 millones de euros que no estaba previsto. Así, mientras, por un lado Merayo encuentra cantidades millonarias para paliar un conflicto en un servicio como el de las basuras, recorta unilateralmente 700.000 euros que correspondían al servicio de ayuda a domicilio sin dar a conocer detalle alguno sobre las intenciones que tienen para hacer con esta importante cantidad.