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El arte de cultivar una vida con sentido

15/06/2021
 Actualizado a 15/06/2021
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El libro de la psicóloga Emily Esfahani ‘El arte de cultivar una vida con sentido’ me ha encantado. Coincido en que el evangelio de la felicidad tiene el gran problema de que no ha cumplido su promesa ya que como sociedad somos más desdichados que nunca: «Los científicos sociales han descubierto la triste ironía de que perseguir la felicidad nos hace desgraciados». Son dos los caminos para el buen vivir: la ‘hedonia’ (felicidad), un estado mental y emocional positivo; o la ‘eudaimonia’ (el sentido): algo que haces, que exige cultivar en tu interior las mejores cualidades morales e intelectuales y vivir de acuerdo con tu potencial. Pero ¿cuáles son las fuentes de sentido? Esfahani nos habla de la pertenencia, el propósito, la narrativa y la trascendencia.

«Todos necesitamos sentirnos comprendidos, reconocidos y afirmados por nuestros amigos, familiares y parejas sentimentales. Todos necesitamos dar y recibir afecto. Todos necesitamos encontrar nuestra tribu. Todos necesitamos sentir que pertenecemos a algún lugar». La pertenencia es la fuente de sentido más importante ya que cuando otros consideran que eres importante y te tratan como tal, también te consideras importante.

El propósito es una meta estable y de largo alcance que conlleva una implicación con el mundo: el deseo de marcar la diferencia, de contribuir a algo que es superior a nosotros. Para vivir con un propósito se requiere autorreflexión y autoconocimiento. «Todos tendremos uno distinto que encajará con nuestra forma de ser y con nuestros valores, que se corresponderá con nuestra identidad».

Al contar nuestra historia conectamos con los acontecimientos de nuestra vida con una visión renovada, vemos más sentido a nuestras experiencias y aprendemos lecciones. «Al unir las distintas piezas de nuestra vida en una narrativa creamos un todo unificado que nos permite ver la coherencia de nuestra vida; y la coherencia es una de las principales fuentes de sentido».

¿Cuál es la paradoja de la trascendencia?: «Hace que las personas se sientan insignificantes (pérdida del yo) y, a la vez, conectadas a algo inconmensurable y lleno de sentido». Son experiencias místicas pasivas, transitorias, inefables y noéticas, es decir, que transmiten sabiduría.

«El arte de cultivar una vida con sentido» merece la pena pues nos ayuda a profundizar en el sentido de nuestra propia vida.
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