El arte como un salvavidas en los peores momentos

Los artistas Isidro Tascón y Virginia Calvo abordarán en el transcurso de un encuentro virtual organizado por el Musac el impacto del confinamiento en su creación artística

L.N.C.
08/04/2021
 Actualizado a 08/04/2021
Imagen cedida por Virginia Calvo.
Imagen cedida por Virginia Calvo.
Bajo el título de ‘Confina2’, este jueves a las 19:00 horas, los artistas Isidro Tascón y Virginia Calvo mantendrán un encuentro virtual en el que abordarán la utilización de sus propias prácticas artísticas en tiempos de pandemia.

Se trata de una nueva entrega de los encuentros ‘Archivo covid-19 en ciernes’, organizados en paralelo al proceso de creación del ‘Archivo covid-19’ por el Centro de Documentación del Musac, un fondo documental con el que se pretende dar cuenta, a través de materiales muy diversos, de los modos en los que la pandemia está impactando en las vidas de la ciudadanía. En relación a la creación del archivo se programan encuentros online abiertos al público dirigidos a debatir sobre sus implicaciones, transcendencia y posibles usos con profesionales de diferentes disciplinas como la medicina, la psiquiatría, la Historia del Arte, o la Biblioteconomía, entre otras.

Al anunciar el gobierno el estado de alarma, y decretar el confinamiento domiciliario a toda la población el sábado 14 de marzo de 2020, ambos artistas se quedan en casa, conscientes del momento que están viviendo. Experimentan y confirman que todo es susceptible de cambiar en un momento.

Sin embargo, ambos disfrutan de la protección de su casa, son más dueños que nunca de su tiempo y tienen la oportunidad, como artistas, de retomar los trabajos que quedaron pendientes, o de comenzar algo nuevo que mantenga la cordura y el ánimo en un equilibrio, para sobreponerse a la cruda realidad de una situación que no podrían haber imaginado al comienzo del año 2020.

Todo durante esos días fueron sensaciones extrañas y contradictorias. A pesar de tanta muerte y enfermedad, la naturaleza respiró y se recuperó y la población se paró a observar el mundo con una mirada y un silencio que nos obligó a mirar hacia dentro para dar importancia a lo realmente importante.

Como artistas y con un ímpetu necesario, dieron un poco la espalda al desánimo, ordenaron su tiempo y cada día, a un ritmo distinto, trabajaron en sus obras con la plena consciencia de que fueron un salvavidas en los peores momentos del confinamiento.
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