El amor y sus derivados

Cómo no mencionar dentro de los aconteceres de este mes su asociación al amor con esa fecha del 14 de febrero tan bien rentabilizada por el comercio mundial. Y es que hasta el amor cotiza en bolsa.

Mujeres por la Igualdad
16/02/2020
 Actualizado a 16/02/2020
El feminismo ha aligerado el peso que llevan históricamente las mujeres a cuestas.
El feminismo ha aligerado el peso que llevan históricamente las mujeres a cuestas.
No esla visión mercantilista del amor lo que nos trae a estas páginas, sino el concepto del amor como construcción social y cultural así como los grandes mitos que se han generado a partir de este sentimiento universal.El amor tiene su particular arquitectura dentro de la sociedad a la que pertenece y en la que interviene la moral, las normas, las costumbres, las creencias, los tabúesetc.

En definitiva toda unaamalgamade conceptos que nos dan como resultado un«producto» acorde a las necesidades de la sociedad que lo crea. Nos hacen creer que el amor es un sentimiento individual y único de cada persona pero lo cierto es que el amor tiene ideología, es político y por lo tanto manipulable, de esto las mujeres sabemos un rato (siglos) por la parte negativa que nos ha tocado y nos toca.

En nuestra cultura, androcéntricay por ende patriarcal se ha mitificado el sentimiento amoroso desde un romanticismo dañinamente machista y represor hacia las mujeres. A través del feminismo nos hemos tenido que ir deshaciendo de mucha de la carga impuesta y rescatar espacios de libertad en todos los órdenes incluido el relacionado con la afectividad y la sexualidad. No es necesario «rascar» mucho la piel de este país para ver que seguimos manteniendo una serie de mitos que refuerzan la concepción de una sociedad asentada enpilares como el sexismo y el machismopropio de sociedades patriarcales que lejos de desvanecersey a pesar de seguir avanzandoen el camino de la igualdad se resisten a desaparecer con las consecuencias que de ello se derivan. Consecuencias que en su extremo tienen un resultado trágico como vemos reflejado mes a mes con un goteo incesante de mujeres asesinadas por violencia de género.

La mitificación del sentimiento amoroso nos dispone a aceptar una serie de mitos repetidos hasta la saciedaden la literatura y el cine y que hacen posible la conceptualización del amor como la cima a alcanzar por encima de todas las cosas. Se nos impone la forma de relacionarnos, como deben comportarselos hombres y cómo debemos hacerlo las mujeres, cómo debemos ser unos y otras para satisfacer los intereses de quien diseña el modelo a seguir a través de los mitos creados.

Nos encontramos pues ante una batería de ideas sobre la idealización del amor venidas desde muy antiguo, donde los hombres fuertes y valerosos se pasan la vida salvando bellas doncellas, vírgenes delicadas a las que hay que rescatar y poner a salvoen el castillo donde pasarán sus horas, por no decir toda una eternidad,bordando el ajuar, procreando para mantener la especie y mesándose los cabellos para ser la más bella del reino.El mito del amor romántico aparece a lo largo de la historia con una fuerza poderosa y difícil de deshacer, tanto es así que hoy en día la sociedad acepta el modelohombre-mujer comoel ideal de relación. El sistema patriarcal y andrógino al que hemos estado sometidas y seguimos haciéndolo nos marca el «buen» camino a seguir en lo que a relaciones afectivas y sexuales debe ser la norma para alcanzar la felicidad prometida, pareja heterosexual, monógama e indisoluble son las características propias del modelo. Conceptos como la fidelidad pasan a ser altamente valorados en un estandarde relación en el que el sentido de pertenencia se establece como parte intrínseca de la misma.

El papel o, mejor dicho, el «papelón» que se nos asigna a las mujeres en todo este constructo amoroso está determinado por el pensamiento predominante a lo largo de siglos de historia donde las religiones han tenido un peso importante y en el caso de nuestra cultura, la religión católica.

Destruir este conglomerado que suponen los mitos asociados al amor ha sido y sigue siendo el caballo de batalla del movimiento feminista a fin de terminar con miles de años de injusto sometimiento y falsas creencias que al día de hoy nos mantienen en un plano de desigualdad respecto a los hombres por cuanto somos continuamente juzgadas si no nos mantenemos dentro del orden establecido.

Deshacer el relato donde las mujeres somos las guardianas de la belleza, la delicadeza, la sensibilidad, el cuidado al otro, «el reposo del guerrero»…, donde se nos contempla como mitad de una naranja con el objetivo de encontrar la otra mitad del «naranjito»a fin de poder alcanzar la plenituddel sentimiento amoroso , donde se nos vende todo ello como el paradigma de la felicidad sin que podamos salir de esos cánones sin daños colaterales o sencillamente nefastos,no es tarea fácil ni rápida.

El objetivo a conseguir por parte del movimiento feminista no es otro que derribar los muros que nos separan a hombres y mujeres, en definitiva a todas las personasque conformamos el sistema social, para alcanzar la meta de la igualdaddesde un plano democráticoen las relaciones afectivo sexuales. No lo tenemos fácil desde el momento que el sistema patriarcal dominante encuentra mediante estrategias de mercado, a través decarísimas campañas de marketing, así como en el cine y la literaturamecanismos idealizadores de un amor al que debemos aspirar por encima de todas las cosas. Se perpetúa a través del consumo el ideal de amor romántico donde la única diferencia respecto a la idea primitiva del mismoes básicamenteestética. Se busca con ello mantener el orden establecido para que todo siga igual, para que lo normal este dentro de la moral religiosa y se nos siga asignando los mismo roles de mujer-madre abnegada, mujer pasiva dentro de las relaciones sentimentales, mujer cuya culminación de su proyecto vital pasa por el altar ya sea religioso o civil, en resumen, más de lo mismo con algo más de «colorín».

Fácil no es pero imposible tampoco, puede y sin duda lo será, lento, pero el resultado merece la pena si tenemos en cuenta loquea fuerza de pelear se ha conseguidohasta el día de hoy. Debemos recordar de alguna manera los avances en este terreno si queremos ser justas y no caer en el desánimo y la desesperanza.

Por centrarnos en nuestro país y en la historia más recientecabe recordar lo que significaba ser mujer y la forma de relacionarse denuestras abuelas a como lo hacen nuestras hijas. La libertad ganada a pulso por quienes han precedido nuestros pasos hicieron posible leyes que han transformado nuestra realidad social, el cambio de mentalidad en la sociedad actual no es gratuito, a pesar de ser lento y costoso de lograr hemos ido ganando en conciencia y por lo tanto poniendo las bases para un cambio real.

Leyes como la deldivorcio de 1981 no debemos olvidar que fue aprobada por 162 votos a favor y 128 en contra con 7 votos en blanco, lo que supone en torno a una mayoría de tan solo el 54% de los votos afirmativos. La ley del aborto fue aprobada el 6 de octubre de 1983 porel 64% de los votos afirmativos, lo que sin duda nos da una imagen de la falta de consenso habida en aquel momento en quienes eran los representantes de la sociedad española en el Congreso de los diputados y diputadas. En todos los derechos alcanzados ha habido un arduo trabajo desde los sectores feministas tanto en el planocivil como político para sacar adelante los mismos.

El cambio en nuestra sociedad es palpable a pesar de los muchos obstáculos y palos en la rueda que pone el sistema a cada paso dado en favor de una mayor libertad en las relaciones afectivas. Desterrar para siempre el sometimiento, la violencia, el egoísmo, la falta de empatía…, es tarea a llevar a cabo de manera individual en las relaciones sentimentales. Crear el relato de la convivencia amorosa desde una posición en igualdad con el hombre, no solo significará ganar en libertad sino que estaremos contribuyendo de manera colectiva y bajo el prisma feminista, tanto hombres como mujeres,a una sociedad más sana emocionalmente, con los beneficios propios que ello conlleva. El amor en todas sus formas y maneras no puede estar sujeto a condicionantes marcados por un sistema patriarcal y religioso si no queremos estar en las antípodas de su verdadera esencia.

Cabe hacer un mínimo inciso en el origen de los mismos cuando nos referimos a los mitos del amor romántico, los podemos encontrar con claridad en el Medievo en esos relatos que han atravesado la historia hasta nuestros días con la fuerza necesaria hasta conseguir asentar en nuestra forma de entender las relaciones sentimentales el ideal de la unión eternacontra viento y marea de un hombre y una mujer. Comenzamos pronto, en la más tierna infancia a crear e inocular la idea de un amor romántico e idealizado desde la literatura infantil con una batería inmensa de cuentos cargados de apuestos y «mazaos» personajes masculinos (príncipes) dispuestos a darle muerte a dragones, hechiceras y demás fauna maligna ante la que demostrar su inconmensurablefuerza frente a las débiles y pasivas mujeres (princesas)que esperan pacientemente a ser rescatadas por ellos.

Han llegado muy vivos hasta nuestros días a pesar de la transformación que ha sufrido la sociedad en esta materia, todo un compendio de mitos y teorías sobre cómo se conforman las relaciones afectivo -sexuales a lo largo de la historia. El transcurrir de la misma en lo concerniente alas relaciones entre los seres humanosnos llega con una carga de estereotipos y roles de género que han actuado de manera negativa cargando sobre la espalda de las mujeres un peso suficientemente grande como para impedirdesarrollarse con la libertad que impide unalosa muy pesada, con la consiguiente pérdida de libertad.

El feminismo ha ido logrando a lo largo de sus etapasaligerar el peso que supone cargarcon los roles y estereotipos asignados a hombres y mujeres en los que la figura femenina quedaba sometida al varón dominante con una actitudpasiva,impuestos por una sociedad patriarcal con un pesode muchos lastres asociados con la forma de relacionarnos hombres y mujeres, nos ha hablado de la libertad de las personas para relacionarse desde un plano de igualdad en el marco de las relaciones afectivas y sexuales , ha ido formando conciencia sobre como la convivenciaafectiva desde un plano de igualdad, respetoy tolerancia es la vía para ir descubriendo una nueva y más sana forma de relacionarse, desde la vivenciaindividual parallegar a la colectividad, lo que sin duda redundará en mayor confianza y mayor bienestary felicidad de las personas.
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