El Ademar y el frío

Cuando el frío comienza a arreciar por esta tierra los directivos del Ademar deben sentarse a negociar. En los últimos años coincide con el parón liguero por las competiciones de selecciones. Algo rutinario. Pero por muy habitual que sea esta actividad los directivos leoneses no son los más rápidos del oeste. ¡Será por el frío! Año tras año se habla de que los hombres que finalizan contrato tendrán –si así lo estiman oportuno– la oferta de renovación en una fecha determinada; pero, vaya usted a saber el motivo, dicho ofrecimiento se retrasa. Mientras tanto, los más apetecibles van recibido llamadas.

Ya saben ustedes, que leen La Nueva Crónica a diario, que este año finalizan contrato Guijosa, Biosca, Acacio, Pesic, Rodri y Juanín. El técnico, el portero y el brasileño «son prioritarios» en palabras de la directiva, pero llevamos semanas de retraso, y otros llaman a la puerta. La baza que manejan con el técnico es clara: Rafa, de momento, no quiere volver al extranjero. ¿Pero con Biosca y con Acacio cuáles son las bazas? Los jugadores siempre dicen que escucharán «primero al Ademar», lógico, son chavales educados.

El Ademar tiene el dinero que tiene; claro que espera que las instituciones les puedan ayudar a dar otro paso en su progresión, pero está muy claro que hay que priorizar. El que se haya acercado mínimamente a un partido de balonmano sabe que la portería es clave. Biosca –después de Pérez de Vargas– es el mejor portero de la Asobal. ¿Alguien duda por quién hay que hacer el esfuerzo? El propio meta catalán, sin quererlo, daba una pista analizando en Twitter el Francia-Alemania del Mundial: «Como siempre, quien esté mejor en portería se acabará llevando el partido». Lo dicho, si tienes un porterazo hay que retenerlo. Si se va Acacio porque Biosca se lleva la mayor tajada será un mal menor, pero que por repartir no se vayan ambos.

Rodri es ADN Ademar, ese loco bajito que cada vez que pisa el parqué levanta el ánimo de la grada; una grada que espera seguir disfrutándolo. ¿Y Juanín? Tengo claras dos cosas: Que debe despedirse, sea cuando sea, en la pista, porque este verano parecía que no tendría esa despedida; y que debe sentarse ya en un banquillo de la base con cierta relevancia, porque más pronto que tarde tendráque entrenar a su Ademar. Pesic ha mejorado sus prestaciones, si sigue en León será una buena noticia, si no lo hace puede pensar que fuera del Ademar hace mucho frío. Sin mirar muy lejos, Piñeiro, que promedia menos de un gol por partido, o Costoya, con mucho menos protagonismo que en León, se lo pueden explicar.