Finalmente los ha tenido, aunque de forma muy irregular. Comenzó sin participación y se fue ganando poco a poco tiempo de juego, pero ha alternado encuentros en que ha tenido un importante protagonismo con otros en los que no ha estado presente. De hecho en la reciente Copa Asobal, a la que llegaba ya recuperado después de haber entrenado toda la semana tras estar 15 días KO por lesión, no tuvo ningún minutoa pesar del atasco ofensivo que tuvo el equipo en algunos momentos. Situaciones que en ocasiones parecen difíciles de entender por motivos deportivos, pero que pueden tener relación con aspectos externos a lo que sucede dentro de la pista.
Y es que la Junta Directiva del Ademar ha abierto al menos dos expedientes disciplinarios al jugador «por falta de asistencia a su puesto de trabajo», en concreto por «faltar a entrenamientosy no acudir a partidos del filial en los que estaba convocado».
Los expedientes son «por falta de asistencia al puesto de trabajo»; Molina señala que «fueron dos veces puntuales» «No ha sido cosa de una vez, sino algo continuado, es un continuo desafío, necesita asentarse. No se puede uno pasar de la raya y cuando se habla de sus minutos la gente debería saberlo, porquequé pensarían sus compañeros si él juega de forma normal de todos modos», señalan fuentes del club ademarista, que explican que los expedientes han sido trasladados a la Asociación de Jugadores y tienen como consecuencia una multa económica. Además, destacan que el último incumplimiento es «reciente», lo que dejaría en el aire la opción de que fuera una justificación para su nula presencia en el choque frente al Granollers.
Un aspecto no obstante que niega el jugador, que señala que «esto no sucedió recientemente, es algo de hace ya tiempo, por lo que no tiene que ver con mi falta de minutos en la Copa Asobal».
De este modo, Alberto Molina asegura que «se trata de dos actos puntuales, un lunes que no me sonaron ninguno de los despertadores y no llegué al entreno; y un partido que hablé con los entrenadores posteriormente». Dos actos que asegura «está claro que no pueden cometerse, pero las cosas están habladas, asumí mis errores, los solucioné y está aclarado todo».
«A mí me han comunicado dos expedientes, me lo dicen directamente desde la directiva cuando están, no hay conversaciones previas», añade Molina, que deja claro que «para mí forma parte del pasado, está olvidado y sólo pienso en lo deportivo».
Por lo que respecta al presidente del club, Cayetano Franco, ha reconocido los hechos, pero ha asegurado que no incide en detalles por tratarse de «temas internos del club».
El club presentará en Navidad a Abanca un proyecto multianual para ampliar su patrocinio
Hasta final de temporada, Abanca y el Ademar van de la mano. Pero ahora mismo, su vinculación acabaría ahí. No obstante, para intentar que no sea así y que no se vuelva a llegar sin ninguno a final de campaña como sucedió el año pasado tras el adiós de Reale, la directiva ya trabaja en buscar su continuidad. De este modo, el club presentará en navidad a Abanca un proyecto multianual para ampliar su patrocinio, que en esta campaña supone para el club un total de 120.000 euros fijos a los que hay que sumar 20.000 en incentivos, 10.000 de ellos por clasificarse para competición europea y los otros según los beneficios que reporte el acuerdo a la entidad bancaria.
«La intención es elaborar un proyecto atractivo a dos o tres años para presentárselo antes del próximo 31 de marzo», reconoce el presidente ademarista CayetanoFranco.
La Copa Asobal deja «algo de beneficio» en el equipo leonés
A falta de conocer las cifras oficiales, desde el Abanca Ademar al menos ya dan por hecho que la Copa Asobal «no dejará pérdidas en el conjunto leonés».
Así lo aseguraba ayer el presidente del club, Cayetano Franco, que apuntaba «dejará algo de beneficio, calculamos que alrededor de 2.000 euros pero no está cerrado» y reconocía que es «menos de lo esperado, pero porque teníamos la ilusión de plantarnos en la final y eso hubiese supuesto un importante empujón de entradas el último día». De este modo, el máximo dirigente señala que se vendieron finalmente «unos 2.000 abonos y 300 entradas»; y valora la participación del equipo leonés en semifinales apuntando que «vi mala suerte por un lado, los cinco o seis postes, el portero que acertó bastante, alguna decisión arbitral...»; aunque a la hora de valorar si puedo pesar la presión de ser anfitrión reconoce que «antes del partido bajé al vestuario para animarles un poco y quizá sí que les vi muy tensos, pero no creo que fuera decisivo».