El abuso de los antibióticos también causa fallecimientos

Los especialistas advierten sobre la resistencia a estos fármacos, que provoca que no tengan el efecto que se busca, y por eso Sanidad aconseja un uso responsable

Sergio Jorge
18/11/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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Este domingo se celebra el Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa impulsada por el Centro Europeo para la prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), y que sirve para concienciar sobre los efectos negativos que puede acarrear estos fármacos si se ingieren sin prescripción médica. De hecho, la Comisión Europea ya alertó en 2011 que la resistencia bacteriana a antibióticos causa solo en España 3.000 muertes al año, además de la pérdida de productividad y costes sanitarios elevados en un problema sanitario global.

Así lo atestigua la jefa del Servicio de Microbiología Clínica del Complejo Asistencial Universitario de León, Isabel Fernández Natal, quien explica que «además de efectos adversos como otros medicamentos, los antibióticos tienen la capacidad de generar resistencias en los microorganismos y existe una relación directa: a mayor consumo, mayores tasas de bacterias resistentes». «El uso de antibióticos selecciona microorganismos resistentes, incluso a más de una familia, dando lugar a bacterias multirresistente o extremadamente resistentes (son las llamadas superbacterias) que pueden ocasionar infecciones difíciles de erradicar o, en ocasiones, intratables», asegura esta especialista del Hospital de León, que recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) «ha elaborado un listado de antibióticos críticos en salud humana, por su elevado impacto ecológico, su relevancia estratégica en el tratamiento de infecciones graves y la alta frecuencia de uso en numerosas infecciones, que favorece la selección de resistencias», dejando claro así que se trata de un problema global y por el que apenas hay preocupación social.

Según destaca la doctora Fernández Natal, los antibióticos «nunca se utilizarán contra la gripe, resfriado u otras infecciones víricas». «Sin embargo, cuando más se vienen utilizando es entre los meses de noviembre y febrero, coincidiendo con la mayor incidencia de infecciones respiratorias víricas», asegura esta especialista, que por otra parte aclara que estos medicamentos «están indicados en el tratamiento de infecciones bacterianas, que pueden ser de muy diversa naturaleza, localización y gravedad, y son uno de los motivos más frecuentes de consulta e ingreso hospitalario». Por eso, especifica que «las infecciones respiratorias (faringoamigdalitis, otitis, bronquitis…), las del tracto urinario y las de piel y partes blandas (abscesos, úlceras…) son las más frecuentes».

Para evitar posibles problemas, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, dentro del marco del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (Pran) coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), establece un objetivo prioritario dirigido tanto a los profesionales sanitarios prescriptores como hacia la población en general como consumidores sobre la importancia del uso adecuado de los antibióticos: «No utilizar antibióticos sin criterio, recoger muestras para cultivo si sospecha de infección y establecer tratamiento antibióticoempíricos basadoen datos locales y de menor espectro (en el Área de Salud de León se generan y difunden periódicamente desde el Laboratorio de Microbiología del Complejo), tratamientos dirigidos o definitivos según antibiograma, programas de optimización del tratamiento antibiótico, diagnóstico rápido y eficaz de la infección y resistencia antibiótica, control de la infección y lavado de manos, para evitar la transmisión de microorganismos».
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