Pero este servicio, al que el Consistorio está obligado según el artículo 18 de la ley 5/1997, tiene un coste. Puede parecer que es poco, un máximo de 10.000 euros al año, pero se trata de una cantidad muy necesaria en las depauperadas cuentas del municipio del alfoz. Y además, se trata de un trabajo que se podría evitar fácilmente.
«Lo que desearía como concejal y ser humano es que la gente tenga conciencia al adquirir mascotas, porque es una auténtica crueldad, es una forma de maltrato», explica el edil de Medio Ambiente, Francisco Gómez, que recuerda que el Consistorio está obligado a recoger los animales sin dueño, pero también a advertir que no se trata precisamente de un buen comportamiento. Y recuerda que la ordenanza municipal contempla multas para estos casos. «El Ayuntamiento sancionará duramente este tipo de conductas», apunta Gómez.
El Ayuntamiento dona alimentos para perros para que MasQPerros los ofrezca a las familias sin recursosPor este motivo, el Consistorio tiene firmado un convenio de colaboración con la Asociación Protectora Guau por el cual esta organización se encarga de recoger, dar asistencia veterinaria y cuidar a los perros sin dueño. De esta forma, cuando un animal (desde septiembre que se inició la colaboración hasta febrero se han recogido ya 54 animales) está abandonado, los profesionales de esta protectora lo llevan a sus instalaciones para que pueda ser cuidado hasta que encuentren un nuevo propietario que lo acoja, y después se efectuará un seguimiento para comprobar que se cumplen las condiciones mínimas para estos perros.
Por su parte, Guau solo factura al Consistorio el coste de la alimentación y la asistencia veterinaria, de ahí que recientemente se aprobara en junta de gobierno una subvención de 1.931 euros por los casos detectados durante los tres últimos meses del año 2017. Eso sí, el convenio establecido entre las dos partes supone que el Ayuntamiento tendría que pagar un máximo de 10.000 euros al año, independientemente de los perros que se recogieran. Gómez explica que es un buen acuerdo puesto que hasta su firma se pagaba «más de 30.000 euros al año», ya que la cuantía que multiplicaba el coste era la permanencia de los animales en este tipo de centros. «Ahora solo pagamos la asistencia veterinaria y los alimentos, no por día que estén en la protectora», aclara Gómez. «Hay que pensarlo bien antes de adquirir un animal», añade el edil de Medio Ambiente, para el que es imprescindible la concienciación de la sociedad para evitar que haya animales sin dueño, muchas veces abandonados a los pocos meses de llegar a un hogar.