El 8-M

Las mujeres hemos ido tejiendo redes que han impulsado los avances que a través del movimiento feminista han tenido lugar en nuestro país / Hemos crecido en derechos pero es necesario seguir en el camino,

Mujeres por la Igualdad
15/03/2020
 Actualizado a 15/03/2020
Espacio en la movilización del 8-M de Ponferrada dejado para las víctimas de violencia machista.
Espacio en la movilización del 8-M de Ponferrada dejado para las víctimas de violencia machista.
Necesitamos la unión como herramienta y motor para trabajar y construir un mundo más justo. La lucha de las mujeres hoy se ve reforzada a través de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación pero no conviene olvidar que a lo largo de la historia la participación de las mujeres en la lucha por nuestros derechos ha sido tenaz, enmudecida, invisible a la vez que implacable, transgresora, indómita y sobre todo continua.Y en eso estamos, seguimos defendiendo nuestro derecho como mujeres a que no se nos estigmatice por ello, a la propiedad de la tierra, a la educación, a la seguridad, al poder…, en definitiva seguimos defendiendo nuestro derecho a ser ciudadanas del mundo en condiciones de igualdad frente a quienes nos lo niegan.

La conmemoración del 8 de Marzo es, ante todo, una jornada reivindicativa y, por lo tanto, hace un llamamiento a los poderes públicos para que se consideren las violencias machistas una cuestión de Estado. Necesitamos una sociedad libre deviolencias hacia las mujeres que son la causa de cientos de asesinatos al año, año tras año. Violenciasque son una forma brutal de dominación y opresión hacia las mujeres. Violencias normalizadas en la sociedad y que tienen lugar en todos los espacios tanto familiares, laborales, de pareja, espacios públicos e instituciones del Estado.

Exigimos la reforma de la ley orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género que contemple y no excluya a las víctimas de todo tipo de violencias machistas, así como su aplicación a través deacciones políticas efectivas con recursos necesarios para la erradicación de esta lacra que supone miles de víctimas en nuestra sociedad cada año, cientos de ellas mortales.

Exigimos la abolición de la prostitución en una sociedad en la que por nacer mujer no estemos condenadas a ser la mercancía para proxenetas y puteros que consideran que el cuerpo de las mujeres se compra al igual que se compra un sofá. Vemos día tras día a lo largo y ancho de nuestro país gozando de la más absoluta impunidad prostíbulos en los que se esclaviza cotidianamente a las mujeres que son víctimas de trata. Defendemos y trabajamos para que la prostitución sea abolida y sea posible una educación sexual de calidad que se recoja dentro de los proyectos y planes educativos.

Necesitamos una sociedad donde el respeto por el cuerpo de las mujeres sea la base fundamental para establecer relaciones entre hombres y mujeres en todas sus vertientes y no se nos estigmatice en función de las preferencias o deseossexuales y afectivos que libremente declaremos.

Somos dueñas de nuestro cuerpo yqueremos movernos en libertad por todos los espacios, públicos y privadosy a todas horas y denunciamos la justicia patriarcal que no nos considera personas de pleno derecho y que nos quiere dóciles, sumisas y calladas.

También señalamos y denunciamos la violencia sexual queafecta de modo aún más marcado a mujeres en situación de vulnerabilidad, como son las mujeres migradas, las trabajadoras domésticas, las mujeres con diversidad funcional, las tuteladas y las mujeres con problemas de salud mental que sufren violencia quedando sus derechos desprotegidos.

Exigimos que el aborto esté fuera del Código Penal y se reconozca como un derecho de las mujeres para decidir sobre nuestro cuerpo Exigimos que el aborto esté fuera del Código Penal y se reconozca como un derecho de las mujeres para decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra maternidad, y que se respete la autonomía de las mujeres de 16 y 17 años para decidir. Y que se realice en centros públicos de salud.
Reivindicamosuna sociedad donde los índices deparo y pobreza y las condiciones de precariedad laboral,así como la carga de los cuidados y trabajo doméstico no remunerados no los encabecemos las mujeres,exigimos mejores condiciones laboralesy un reparto equitativo de los cuidados y tareas domésticas que eviten la brecha laboral que por ser mujeres venimos sufriendo a lo largo de la historia.
Debemos romper con la división sexual del trabajo que nos condena a la precariedad, la discriminación laboral y los trabajos peor pagados, no remunerados, invisibles e ilegales.

Reivindicamos que nuestra situación laboral nos permita desarrollar un proyecto vital con dignidad y autonomía; y que el empleo se adapte a las necesidades de la vida para que el embarazo o los cuidados no puedan ser objeto de despido ni de marginación laboral, nimenoscabar nuestras expectativas personales ni profesionales.

Exigimos alternativas para las trabajadoras migrantes en situación administrativa irregular. Exigimos también las pensiones que nos hemos ganado, no más pensiones de miseria que nos obligan a sufrir pobreza en la vejez. Pedimos la cotitularidad de las pensiones y que el tiempo dedicado a tareas de cuidado o que hemos desarrollado en el campo, sea reconocido en el cálculo de las pensiones al igual que el trabajo en el mercado laboral y luchamos por la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo que regula el trabajo doméstico. Queremos que se visibilice y reconozca el valor y dignidad del trabajo doméstico y de cuidados que realizamos las mujeres, y los derechos de quienes los realizamos, para que se asuma la corresponsabilidad por parte de todos los hombres, de la sociedad y del Estado. El trabajo de cuidados debe ser reconocido como un bien social de primer orden.

Necesitamos un cambio de conciencia para erradicar lo que nos mantiene de manera, a veces sutil, ancladas en un sistema que nos aparta de los puestos de decisión, que nos condiciona negativamente en el desarrollo de nuestras capacidades como entes transformadores de la sociedad convoz propia y común y que mantienela mirada a través del objetivo del desprestigio y minusvaloración social hacia el trabajo realizado por las mujeres de manera sistemática. Necesitamos una sociedad alejada de estereotipos y prejuicios en los que se desarrolla cómodamente el machismo imperante que vivimos cada díaen nuestros espacios de ocio, laboral y domestico,favoreciendo las desigualdades de género tan nefastas para la convivencia entre hombres y mujeres.

Si queremos un cambio del sistema androcéntrico, los hombres tienen la responsabilidad de abandonar las posiciones paternalistas y el silencio cómplice «Si el machismo perdura es porque los hombres hemos sido cómplices. Aunque no seamos acosadoresni violadores niputeros, guardamos silencio cómplice». Estas palabras son de un hombre, Octavio Salazar, uno de los muchos hombres que con su reflexión contribuye a poner el acentoen una cuestión de vital importancia, si queremos un cambio del sistema androcéntrico en el que vivimos, los hombres tienen la responsabilidad de abandonar las posiciones paternalistas así como el silencio cómplice que sustenta la supervivencia de las posturas machistas que cotidianamente vivimos cada una de nosotras.

Machismo que se recrudece a través de aquellos que, sintiendo amenazado su espacio de poder y privilegios tratan no solo de impedir la evolución de la sociedad en materia de igualdad, sino que abogan abiertamente por la eliminación de los logros conseguidos hasta hoy. Recordar que el movimiento feminista ha estado y seguirá estando presente en la génesis de los avances sociales de una sociedad que no está dispuesta a volver a la caverna y mucho menos a que nos recluyan a las mujeres en ella como hemos estado a lo largo de la historia de la humanidad. La caverna para los cavernícolas del siglo XXI que se empeñan desde el congreso de los diputados en volver a un tiempo de carencia de libertad y progreso social. Estamos viendo como se recrudece la ofensiva ultraliberal, racista y patriarcal por parte de la ultraderecha temerosa de perder sus posiciones de poder y privilegios ante el avance de la conquista de derechos de las mujeres.

Quienes conmemoramosel Día Internacional de la Mujer no debemos olvidara todas aquellas mujeresque a lo largo y ancho del planeta se ven excluidas, invisibilizadas, maltratadas ,violadas, esclavizadas, ignoradas… por sistemas patriarcales amparados por el capitalismo y las religiones.La ignominiosa situación que padecen millones de mujeres en el mundo abusadas sexualmente a través de la prostitución, millones de mujeres que comparten los mayoresíndices de pobreza por no utilizar la palabra miseria, en este planeta, los mayores índices de analfabetismo, (750 millones de personas analfabetas, de los que 500 son mujeres) quecondenan a la exclusión de una vida digna a millones de mujeres a lo largo y ancho del planeta tierra. La pobreza en el mundo está en las manos y en los cuerposdemujeres que son víctimas del capitalismo patriarcal.

También el recuerdo todas las mujeressufragistas, a las sindicalistas, a todas las que hicieron posible la Segunda República, a las que lucharon en la Guerra Civil y por la Revolución Social y contra la dictadura franquista sufriendo una represión dirigida y específica por el hecho de ser mujeres.

Los logros conseguidos son fruto del trabajo conjunto de mujeres diversas, a través de colectivos diversos que han mantenido la unióncomo instrumento básicopara seguir en el camino del progreso, de los avances sociales,en definitiva del cambio y la transformación estructural de nuestra sociedad, camino que viene de largo precedido por la lucha de mujeres valientes y organizadas a través del pensamiento y activismo feminista que han demostrado que hay otra forma de ver, entender, de estar en el mundo y relacionarnos.
Sabemos que hay que seguir afianzando lo conseguido y avanzando en los retos pendientes y ese es el objetivo a cumplir.
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