El 2019 llega al campo con incertidumbre después de un año de tormentas

La agricultura y la ganadería han dicho adiós a la sequía, pero no se han despedido de la crisis del ovino ni del problemático futuro de la remolacha

T. Giganto
27/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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De no tener agua para regar a acabar la campaña de riego con las reservas al 50% de su capacidad hay un paso en el calendario. Si hace un año los regantes de León lamentaban una campaña de riego "catastrófica" por no tener agua en las reservas de la provincia, esta vez el balance ha sido positivo con una cantidad de agua acumulada que garantiza el riego de la próxima campaña. Pero nunca llueve a gusto de todos y mucho menos en el sector primario, que tanto depende del cielo. Por eso no ha sido tan buen año para quienes apostaron por la alubia en el Páramo o para los horticultores de Fresno de la Vega, donde las tormentas llegaron a mediados de julio cargadas de un granizo que esquilmó estos cultivos en determinadas zonas de la provincia leonesa.

Ello no evitó que en términos generales este 2018 haya sido un año de abundantes cosechas, con el maíz como la estrella de todos ellos en comparación con el año anterior, cuando este cultivo y todos los cereales estuvieron afectados por la escasez de agua. Pero esta campaña hubo agua suficiente para regar y las producciones fueron elevadas, animadas también por el avance de la modernización del regadío en zonas como el Páramo, donde las obras avanzan y ya son pocas las hectáreas que quedan por sumarse a los nuevos regadíos, o los Payuelos. En esta zona del sureste leonés la situación va mucho más despacio y sus regantes miran al Gobierno esperando a que este se ponga manos a la obra por resolver el atraso que llevan conforme al Plan Coordinado de Obras que había fijado.

La campaña de cosecha de cereal de invierno de este año ha sido la segunda mayor de los últimos cinco años, con un incremento del 24 por ciento respecto a la media. A pesar de que las abundantes lluvias provocaron un retraso en la recolección, cifran en más de siete millones de toneladas la recolección de 2018, es decir, cuatro millones más que el ejercicio pasado. Estos datos que pertenecen a Castilla y León, suponen el 40 por ciento de la producción de cereal de todo el territorio, que se estima en 18 millones de toneladas.

Valduerna y Torío, contra CHD


Tampoco será el 2018 el año que pase a la historia de los vecinos de la Valduerna y del Torío por bueno, dado que han sido muchos los problemas a los que se han tenido que enfrentar para regar sus parcelas con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Los agricultores de la Valduerna llegaron con sus protestas a Valladolid para pedir que les dejasen regar con los pozos y los del Torío se opusieron a que las máquinas de la CHD cerrasen los puertos desde los que extraen el agua del río hasta sus fincas.

La remolacha, en pie de guerra

En cuanto a los cultivos, el protagonismo del año se lo lleva la remolacha, cuyo futuro es incierto en la provincia de León tras el anuncio de Azucarera de recortar seis euros por tonelada el precio a pagar por la raíz, producto que hasta el momento se pagaba a unos 42 euros, incluidas las ayudas al cultivo y sin contar con los descuentos. La rebaja fue anunciada a las organizaciones agrarias, que mostraron su malestar, hasta el punto de que la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) estudia acciones legales contra Azucarera por la ruptura del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI). Y fue precisamente Ucogal la cooperativa que este año anunció que sus remolacheros venderían su producción a Acor (Valladolid) y no a Azucarera por la "discriminación" que, a su juicio, ejerce esta a través de la sociedad Agroteo sobre los agricultores leoneses.

La Junta de Castilla y León estudia ahora mediar entre Azucarera y los remolacheros para que puedan alcanzar un acuerdo en cuanto al precio y no acabar así con un cultivo histórico en la provincia de León, aunque en retroceso en los últimos años.

La viticultura sigue creciendo


No ha sido este un mal año para la viticultura en León. La DO León cambió su nombre en un 2018 en el que la vendimia supero las previsiones, que no eran nada esperanzadoras dado que las cepas del sur de León seguían afectadas por las heladas de abril de 2017 que dieron al traste con la producción. Pero los viñedos se han recuperado mejor de lo esperado y finalmente consiguieron calificar más de 3,7 millones de kilos de uva de una calidad que auguran será "excelente". Lo mismo en el Bierzo, donde su Consejo Regulador aumentó un 26 por ciento la uva calificada con respecto al año anterior y consiguió vendimiar más de 11.200 toneladas. Su previsión en bodega es sacar adelante vinos con menos grado por el verano fresco y húmedo en la comarca berciana. Ambas denominaciones siguen aumentando sus ventas, siendo esta una parte del campo leonés con buenos visos de futuro.

El sector lácteo sigue en jaque


Acaban el año con preocupación los ganaderos de leche que han tenido que salir a protestar a la calle para poner en evidencia la difícil situación que vive el colectivo que sigue cayendo en número de activos al no obtener rentabilidad en sus explotaciones. Con producciones que, después de tres años de caída de precios, llegan a ser a pérdidas para muchos profesionales, los abandonos en el sector se suceden y las organizaciones agrarias estiman que en una década el sector podría haber desaparecido en Castilla y León.

Los profesionales denuncian que perciben por la leche precios por debajo de la media comunitaria y de otros países productores que exportan a España, y piden a la sociedad castellano y leonesa el consumo de productos de la comunidad como respaldo al sector. El ovino de leche también atraviesa una situación muy complicada, con un descenso alarmante de los precios que no da rentabilidad a los productores, que se ven obligados a abandonar la actividad. Las organizaciones piden la intervención de las administraciones para frenar esta coyuntura con un producto y un sector fundamental para Castilla y León .

Del otro lado está la profesionalización del sector lácteo de las ganaderías más competitivas, con innovaciones destacadas en algunas explotaciones de vacuno de leche de la provincia de León como es el caso de le los Hermanos Conejo de Algadefe, donde este verano estrenaron una sala de ordeño con capacidad para ordeñar 400 vacas por hora.

Preparando una nueva PAC

En los últimos meses mucho se ha hablado de la Política Agraria Común (PAC) que regirá entre los años 2020 y 2027 en Europa. La negociación de la PAC parte en Castilla y León con un ‘acuerdo de comunidad’ que cuenta con el respaldo de los diferentes grupos parlamentarios, las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas, y al que posteriormente se suman los miembros del Diálogo Social y 27 colectivos sociales, de mujeres y colegios profesionales, para poner en valor "lo mucho y lo bueno" que tiene el campo en Castilla y León, sentar las bases para "cimentar" un sector "más fuerte" y "ganar la batalla" a la despoblación.

Entre las peticiones de este acuerdo están que la nueva PAC esté financiada al menos en los mismos términos que hasta el momento; un sistema de ayudas diferenciado para los agricultores y ganaderos profesionales, con mayor protagonismo tanto de los jóvenes como de las mujeres; la búsqueda de un sector agrícola más competitivo y rentable que asegure el uso sostenible de los recursos naturales y contribuya a la fijación de población en el mundo rural; o la aplicación de medidas permanentes de reconocimiento de la actividad agraria ante la sociedad.
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