Educación reconoce varias incidencias en la prueba de evaluación de la Lomce

Los alumnos del CRA de Matachana la realizaron días después porque no llegó a tiempo

D. Aldonza
07/06/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Los alumnos de tercero de Primaria realizaron esta prueba hace varios días y conocerán los resultados esta semana. | Ical
Los alumnos de tercero de Primaria realizaron esta prueba hace varios días y conocerán los resultados esta semana. | Ical
Ha pasado casi un curso desde la entrada en vigor de la Lomce y los alumnos de tercer curso de Educación Primaria acaban de realizar la prueba obligatoria que, según la nueva norma, dejará huella en su expediente académico y podría condicionar la promoción si no se logra superar el examen. La oposición a esta nueva ley por parte del profesorado y de los sindicatos ha sido firme desde su aprobación y con su puesta en práctica la sensación general en las aulas es la de «falta de planificación». Una crítica que se ha recrudecido en las últimas semanas con los problemas en esta prueba de evaluación.

De hecho, la Consejería de Educación ha reconocido varias «incidencias» en su puesta en práctica en el Bierzo. Por ejemplo, en el Colegio Rural Agrupado (CRA) de Matachana no llegó a tiempo por lo que el ejercicio dirigido a niños de entre ocho y nueve años tuvo que realizarse días después. «La prueba, prevista para el día 26 y 27 de mayo, no se pudo celebrar porque el reparto la entregó tarde el mismo día 26. En consecuencia, se formuló la comunicación de la incidencia que se resolvió de modo que se celebró con normalidad la prueba correspondiente al día 27 y se trasladó la celebración de la prueba del 26 al día 1 de junio», explica Emilia Villanueva, directora provincial de Educación.

Villanueva asegura que el día 1 de junio esta actividad se realizó en todas las localidades de este CRA, excepto en Congosto por coincidir con la fiesta local. Un hecho que motivó que la única alumna de este municipio tuviera que realizarla el día 2 en solitario.

Sin embargo, este no fue el único colegio que contestó al ejercicio días más tarde; pese a que, según recuerda la directora provincial, se trata de «una prueba que se celebra conjuntamente en todos los centros de la comunidad». De esta forma, en el CEIP San Miguel de Villablino se retrasó la elaboración de una de las partes hasta el 2 de junio al coincidir la fecha prevista con la excursión de final de curso programada por el centro desde hace varios meses.

A la espera de conocer los resultados la próxima semana, los sindicatos de profesores Stele y Anpe Castilla y León ponen sobre la mesa lo «precipitado» de esta prueba. En esta línea, el coordinador de Anpe en el Bierzo, Salvador Pérez, sostiene que el problema en Villablino se debe a que el Gobierno avisó de las fechas para su celebración con menos de un mes de antelación, de modo que los centros ya tenían previsto el calendario de actividades. «Habrá que ver si después de tanta premura, los resultados son fiables», cuestiona.

Por su parte, el portavoz de Stele en León, Carlos Cadenas, denuncia además que había varios «errores de planteamiento» en las preguntas de la evaluación con cuestiones que, según afirma, no eran adecuadas al nivel de desarrollo curricular. «Por ejemplo, había operaciones matemáticas con seis dígitos cuando es algo que no se imparte en tercero de Primaria», alega.

Cadenas argumenta que este tipo de incidencias dan cuenta de la «falta de profesionalidad de la administración». Un hecho al que se suma la crítica a que ningún inspector u otro trabajador de la administración supervisara la prueba en la comarca para detectar y dar arreglo a los posibles fallos. En este caso, Emilia Villanueva indica que el personal público «en ningún momento ha hecho dejación de sus funciones» ya que no existe obligatoriedad de supervisión. En cambio, Anpe y Stele recuerdan que la prueba de diagnóstico que hasta este curso se realizaba en cuarto de Primaria y en segundo de la ESO con carácter muestral (es decir, solo en algunos centros) sí estaba inspeccionada.

La evaluación de la Lomce consta de varias actividades de comprensión y expresión oral y escrita, así como de actividades de cálculo matemático y resolución de problemas. A juicio de los sindicatos, el tipo de ejercicio no difiere demasiado de la prueba de diagnóstico de la LOE cuyo objetivo era comprobar si los alumnos habían alcanzado unas competencias o destrezas básicas.

Sin embargo, sí hay un cambio importante en cuanto a su aplicación. La prueba actual, que el próximo curso se pondrá en marcha también en sexto de Primaria y cuarto de la ESO, pasará ahora a formar parte del expediente académico del alumnado y, según explica Salvador Pérez, si se aplica de forma rigurosa conforme a lo que refleja la ley, podría condicionar la promoción aún incluso de si el estudiante ha aprobado todas las asignaturas del curso. «Si un alumno tiene un mal día y el examen le sale mal, podría tener que repetir curso», advierte Pérez.

En cambio, de nuevo la falta de información y los escasos plazos que concede la administración dejan aún sin aclarar del todo cuáles serán las repercusiones de esta prueba para el alumno. Lo que sí está claro es que, a juicio de los profesores, servirá para crear un ranking de centros en función de las notas de los escolares. Así, el temor es que las calificaciones den lugar a distinciones entre colegios de primera y de segunda categoría. «Va totalmente en contra de la evaluación continua que realiza el equipo docente durante el curso y parece que la intención es única y exclusivamente calificar con una nota al estudiante», dice Carlos Cadenas.

El portavoz de Stele plantea el peligro de que los profesores enseñen a los escolares las destrezas sobre cómo aprobar un examen en lugar de los contenidos y competencias del currículo. «Algo similar a lo que ocurre con el carné de conducir», ejemplifica. Una colección de críticas que han llevado incluso a comunidades autónomas como Asturias a negarse a realizar esta evaluación. 

Así, el balance de la aplicación de la Lomce en el Bierzo a un curso de su entrada en vigor es «negativo» y con la sensación de que «no va a repercutir en la mejora del rendimiento, sino en la imagen de la administración». Lo cuenta Pérez que opina que las buenas palabras se han quedado sobre el papel y que en la práctica «lo poco que cambia con la Lomce es el lenguaje y la redacción»: «Introduce la apuesta por las nuevas tecnologías pero no hay ordenadores en las aulas o los que hay tienen veinte años, ¿cómo es esa apuesta», se pregunta.

Con cinco leyes educativas en poco más de veinte años, las cuentas están claras: cada cambio de gobierno, deroga y aplica una nueva norma. Desde la famosa Logse en los noventa, el Congreso de los Diputados ha dado luz verde a una colección de ordenanzas en materia de educación que dibujan un panorama cambiante y confuso que ha dejado poco o ningún margen de actuación a los profesionales de la educación. El compromiso del Partido Socialista para derogar la Lomce si gana las elecciones generales el próximo noviembre pone una vez más sobre la mesa la urgente necesidad de llegar a acuerdos y de establecer un consenso en materia educativa. Porque parece que en lo esencial, no hay tantas diferencias.
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