Educación e inclusión para "romper" las correas de transmisión de la pobreza

71 menores de uno a seis años acuden este curso al Hogar de la Esperanza, que desde enero gestiona la Fundación Secretariado Gitano

Cristina Centeno
17/10/2022
 Actualizado a 17/10/2022
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visitó este lunes el centro Hogar de la Esperanza. | JESÚS F. SALVADORES
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visitó este lunes el centro Hogar de la Esperanza. | JESÚS F. SALVADORES
Educar y ayudar en la inclusión para "romper la correa de transmisión" de la pobreza en las familias leonesas con más necesidades. Ese es el objetivo del trabajo que se desarrollar en el Centro de Educación Infantil Hogar de la Esperanza, situado en el barrio de las Ventas y que cuenta con medio siglo de historia, siendo una de las primeras instituciones en la ciudad en trabajar con población de etnia gitana.

Desde el pasado mes de enero, la Fundación Secretariado Gitano es la encargada de gestionar un centro en el que este curso se han matriculado 71 menores, desde los 12 meses a los seis años. Los niños y niñas se reparten en cuatro aulas, dos de ellas concertadas de tres a seis años y otras dos, para los de doce meses a tres años. Para este curso, además, está concertado también el periodo de dos a tres años de edad dentro de esa primera etapa. 

Este lunes, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León visitó el centro poniendo de relevancia su "apuesta por la inclusión", para que "las situaciones de pobreza y de exclusión no se hereden", apostó. Isabel Blanco destacó que el 67 por ciento de los alumnos del Hogar de la Esperanza son de etnia gitana, mientras que un 27 por ciento son inmigrantes. Cuentan con un autobús que les recoge en León capital y en alfoz, un comedor con cocina propia o servicio de merienda, entre otras facilidades.

"No solo es importante la labor educativa que aquí se desarrolla, si no también una labor mucho más enfocada a la inclusión social de las familias, con un trabajo muy cercano con ellas y con la puesta en marcha de una serie de medidas de conciliación gracias al esfuerzo de la Consejería, en este caso de Familia", explicó la directora territorial de la Fundación Secretariado Gitano en Castilla y León, Mar Fresno. 

La doble finalidad de educar y fomentar la inclusión ha sido desde el inicio la razón de ser del Hogar de la Esperanza, que este año ha incrementado el número de alumnos. 

La Junta prevé que se incrementen las familias en riesgo de exclusión 

Durante la visita al colegio infantil Hogar de la Esperanza, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades apostó por continuar con los programas que favorezcan la inclusión y la conciliación de las familias más desfavorecidas. En este sentido, anunció que el plan 'Conciliamos en verano', que este año se consolidó en Valladolid con más de 200 alumnos, se extenderá al resto de los centros '2030' de la comunidad.

Además, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de Lucha contra la pobreza, Blanco hizo hincapié en que las tasas de vulnerabilidad infantil en la comunidad están habitualmente por debajo de la media nacional (en el año 2020 en un 27,3 %, frente al 31,1 % de España) pero siguen siendo "cifras elevadas" por lo que "es algo por lo que tenemos que seguir trabajando".

También explicó que que 174.000 familias de la comunidad pertenecen a la Red de Protección, que moviliza unos 220 millones de euros al año a través de diferentes servicios. Desde 2020, con la llegada de la pandemia, se está incrementando además el número de prestaciones dirigidas a este colectivo especialmente vulnerable y la Junta de Castilla y León teme que las consecuencias de la guerra de Ucrania provoquen que la situación se agrave este año.

Por último, recordó que los bonos de urgencia social lanzados este verano han permitido subir un 15 por ciento los ingresos de las personas con renta garantizada de ciudadanía. En este sentido, Blanco aseguró que en 2019 eran más de 13.000 familias las que se beneficiaban de esta prestación, mientras que el pasado 2021 eran todavía más de 8.000, lo que supone que "el Ingreso Mínimo Vital no ha sido todavía capaz de absorber a todos los perceptores de la renta garantizada", por lo que consideró que "la puesta en marcha de estos bonos y otros mecanismos para seguir ayudando son una de las prioridades, al igual que incrementar los umbrales de las ayudas". Todo ello, con el objetivo de "seguir bajando esas tasas de pobreza que tenemos en Castilla y León". 
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