Economía ‘postcovid-19’

La pandemia de Covid-19 pasará, pero si hacemos caso al torbellino informativo, correremos el peligro de desorientarnos sobre el futuro. Es importante desnudar la crisis para discernir cómo se reactivará la economía y con qué oportunidades.

La pandemia Covid-19 no tiene símil con una guerra. Es más parecida a un suspenso en un curso académico normal. La pausa económica por Covid-19 no conlleva la destrucción del activo fijo, que es todo aquello permanente que hace que una empresa funcione: naves, mesas, plantilla, organización, etc. Simplemente hemos parado de trabajar. ¿Qué sucede cuando un sistema económico produce menos riqueza?

Aunque una organización productiva pare, continúa consumiendo riqueza. La naturaleza humana hace que comamos, gastemos luz, teléfono, etc. Cuando eso se compensa por la producción de riqueza que genera el trabajo, se produce ahorro, beneficio o superávit. Cuando la riqueza generada no llega a cubrir los consumos, la primera tendencia es agotar la liquidez, el dinero en mano.

En conclusión, la crisis económica de Covid-19 lo es solo de liquidez, debida auna parada de semanas. Si durase más, las consecuencias serían peores. Las familias, empresas e instituciones han de prepararse para salir del parón adaptándose. ¿Cómo? Activándose rápido y asumiendo que esas semanas nos hicieron más pobres, que algo nos van a costar. Saldremos más endeudados o menos ricos.

En el caso de León hay que volcar el esfuerzo en promocionar nuestras reservas naturales. El turismo requerirá grandes espacios y bajas densidades de personas: casas rurales y alojamientos de baja densidad. Nuestro medio natural, espectacular, es una oportunidad. Además, las instituciones deberían facilitar la comercialización en los pequeños negocios, que hacen sus compras a los más grandes. La clave está en la base de la pirámide económica: pequeños comercializadores y consumidores. Nuestro sistema capitalista no resiste los fallos en la base de la economía. La promoción de plataformas ‘on-line’ a medida debe ser una acción inmediata. Y debemos pensar qué hacer para la supervivencia de los bares, inherentes al ocio leonés.

León debería conocer qué subsectores servirán para repatriar producciones que consideramos ya estratégicas: medicamentos, aparataje hospitalario, equipos de protección, desinfectantes, mecanización de la agricultura, distribución alimentaria al hogar.... Hay que ayudarlos para que penetren antes que otros en los mercados locales y europeos. Finalmente, no hay indicios de que lleguen muchos cambios, pero aprovechar los que se produzcan es una oportunidad para la economía leonesa.