Ecologistas alerta del deterioro del Monte San Isidro por la falta de gestión técnica

La organización proponen la "urgente" necesidad de que se revise el plan existente o se apruebe uno nuevo y solicitan la adopción de medidas de control de plagas

L.N.C.
11/04/2016
 Actualizado a 01/09/2019
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Ecologistas en Acción alertó este lunes del deterioro del Monte San Isidro de León por la falta de gestión técnica, ya que sigue sin un plan técnico a pesar de que este enclave fue declarado 'Zona Natural de Esparcimiento' en junio del año 2013. Según trasladaron los ecologistas a través de un comunicado, esta carencia puede ser una parte importante de la causa de las actuaciones “arbitrarias” y en las “disfunciones” de gestión que ya se han puesto de manifiesto a través de escritos dirigidos al presidente de la Diputación de León y a la jefa del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.

Para evitar que este enclave siga degradándose es necesaria una planificación “actualizada” de la que, a juicio de los ecologistas, carece en estos momentos. Para ello, la conservación de los recursos naturales de este bosque periurbano debe llevarse a cabo mediante el cumplimiento del Plan Técnico de Gestión del Monte San Isidro aprobado en el año 2009 con una vigencia de cinco años.

Esto pone de manifiesto que “el Monte carece de plan técnico que garantice su correcta conservación desde 2013” para poder conseguir una masa arbórea “madura y estable” que responda a criterios de sostenibilidad en los distintos usos y aprovechamientos que se autoricen. Por ello, Ecologistas en Acción propone la “urgente” necesidad de que se revise el plan existente o se apruebe uno nuevo.

Entre las actuaciones que se consideran “reprobables” y de las que ya se han pedido explicaciones a las administraciones competentes destacan el apeno de pinos en una zona con “claros signos de erosión del terreno”, la apertura de nuevas pistas y la sustitución por pasamanos de madera del seto vivo que separaba el Parque Público de la Zona Natural de Esparcimiento y que era “una barrera visual y acústica eficaz para aislar el espacio ocupado por el bar y juegos infantiles”.

Por último, los ecologistas expresaron su preocupación por el avance de la procesionaria en el pinar y la ausencia de actuaciones concretar para atajar esta plaga, por lo que se ha solicitado medidas “urgentes” de control, si bien se puntualiza que hay que priorizar el tratamiento mecánico y biológico, evitando el uso de insecticidas químicos, así como la redacción de un plan preventivo de plagas con las mismas prioridades.
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