09/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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La Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Ebau) hace referencia a la actual prueba de acceso que debe realizar el alumnado que quiera ingresar en la universidad.Los alumnos de segundo de bachillerato acaban de pasar este mal trago, aún no han recibido las calificaciones, y ya se ven amenazados por la ‘nueva’ convocatoria de exámenes de Ebau (el día cuatro de julio) para sustituir a la ‘antigua’ convocatoria de selectividad en septiembre.

Era sólo cuestión de tiempo. Se veía venir este cambio. Desde que empieza la aplicación del ‘Plan Bolonia’ el curso universitario aumenta el número de horas lectivas, por lo que es necesario iniciar lo más pronto posible el periodo lectivo. No hace muchos años, en la universidad, las clases comenzaban después del día del Pilar, a mediados de octubre. En este momento el curso escolar universitario se inaugura en la primera semana de septiembre. Es evidente que los alumnos que no pudieron presentarse a la selectividad en junio, o la suspendieron, no pueden perder el primer mes de clase en la universidad. Por otra parte, muchos alumnos se quedan sin opción de elección de plazas porque en septiembre ya se han cubierto todas para determinados estudios.

Era sólo cuestión de tiempo. Las autonomías van realizando el cambio poco a poco. Ya lo han hecho Asturias, Valencia, Extremadura, Canarias, La Rioja, País Vasco, Castilla y León y Madrid. Galicia el próximo curso. Al final todas terminarán aceptando el cambio de fechas.

En mi opinión es sólo cuestión de tiempo que los exámenes de septiembre para la ESO y el Bachillerato o desaparezcan o cambien también para julio, como la selectividad. Me baso en el bajo resultado de las pruebas de septiembre en las que el porcentaje de alumnos que aprueban con más de tres asignaturas es ínfimo. Por otro lado, el cambio favorecería la organización en los institutos y colegios con mucho tiempo durante el verano y también la conciliación familiar, al no enclaustrar en vacaciones a los alumnos que no aprueben, y con ellos toda la familia. Da la casualidad de que estos alumnos siempre son los mismos. Además del ahorro de recursos económicos que suponen las clases de refuerzo de asignaturas pendientes en verano.

En el otro plato de la balanza tenemos que colocar los motivos por los que este cambio ha provocado tantas protestas. El principal razonamiento de padres y alumnos es que: «Si ya les parecía imposible que lo que no habían aprendido durante el año lo fueran a recuperar en los dos meses de verano, es más difícil, casi imposible, que esto mejore cuando ese plazo se reduzca a apenas dos semanas».Las quejas del profesorado van en otro sentido. Terminan el curso en el mes de junio agotados y con el ‘testigo de reserva’ encendido y ahora tendrán que continuar trabajando durante el mes de julio.

Hay un matiz al que casi no se ha aludido pero que para mí es el mayor aliciente de este cambio.Se trata de ver la selectividad de julio como una segunda oportunidad, no sólo para aprobar sino, principalmente, para subir la nota aquellos que tuvieron mala suerte en junio. Y todo ello sin perder el tren de la solicitud de plazas como ocurría en septiembre. Los alumnos no suelen temer el suspenso en la prueba sino que lo que les preocupa es no obtener la nota de corte de la facultad a la que aspiran.

¡Animo, alumnos! No sufráis tanto por no haber aprobado la Ebau en junio o, simplemente, no haber superado la nota de corte. La ‘nueva’ convocatoria de julio puede servir de comodín o repesca para enmendar aquel fallo que tuvisteis.
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