Dulce tradición

Los obradores leoneses trabajan a marchas forzadas para producir roscones de Reyes que no pueden faltar en las mesas durante estos días

L.N.C.
04/01/2015
 Actualizado a 17/09/2019
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Si hay un producto que no puede faltar en las mesas durante estos días es el roscón de Reyes, una deliciosa tradición que conjuga dulzura y sorpresa. En los diferentes tipos de roscón (sin relleno, de nata, de crema o de chocolate para los más golosos) no puede faltar un haba, que determinará quién paga el roscón, o un rey para saber a quién tenemos que coronar, además de otras figuras.

Esta tradición, al parecer, tuvo como mayor promotor al monarca francés Luis XV. Cuenta la historia que el cocinero de la corte, de origen eslavo, quiso agasajar al monarca el día de la epifanía con un roscón tradicional de su tierra pero con una sorpresa en su interior, un medallón de diamantes, que compró gracias a la colaboración de otros miembros del servicio.

¿El secreto para un buen roscón? La materia prima y pillar el punto correcto en la proporción de sus principales ingredientes (harina, huevos, mantequilla, ron…) a lo que se unen, para decorar, frutas confitadas y azúcar, sin olvidarnos de introducir las sorpresas.
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