Ducharse para menudencias

La cosa parecía pijadinas de poca índole, que si el alcalde de León, que si Igea, Puente colgante leré más elegante leré, Pelines que ni se asoma; nada que Muñueco y Asociados duermen más tranquilos que el perro cuando el zorro ya mató a todas las gallinas del corral.

Pero, ay compañero, ayer dio un paso al frente la Junta Vecinal de Pedrún, que para eso el pedáneo se llama Fulgencio, y ya puso la bandera sobre la mesa: «O se arregla esto o tomamos medidas en Pedrún», vino a decir más o menos.

Y esto ya es otra cosa, con las juntas vecinales poca tontería. Ya lo dijo el pedáneo de Almuzara cuando los atentados de las torres gemelas: «A los Estados Unidos lo que le hace falta es un presidente con dos cojones, como el que tiene Almuzara, y que soy yo».

Y ojo, que no es para echarlo en saco roto, que el citado pedáneo durante su mandato tiene hitos que no hay constancia de que haya otros similares en todo ancha es Castilla, como deshuesar los jamones dándole un ostiazo a la pata completa contra el mostrador y a los jabalís los caza a guadaña, lo que técnicamente sería que los siega.

Por eso, tonterías las justas. Como le dijimos en el telegrama que le mandamos a Reagan cuando invadió Granada: «Míster Ronal, o sale de Granada ya o esta junta vecinal de Getino tomará las medidas pertinentes sin hacerse cargo de los daños que se ocasionen». Ya sabemos que la Thatcher también se opuso, pero lo que tenemos entendido es que lo que le acojonó, o como se diga, al presidente fue aquel telegrama de Getino.

Y es que cuando las Juntas Vecinales nos ponemos no hay maturrangas que valgan; ya lo decía Fonsón cuando era presidente: «Yo no me puedo duchar para menudencias».

Así que ojo al aviso.