No obstante, el índice por millón de habitantes en la Comunidad se encuentra por debajo de la media nacional tanto en relación al total de víctimas mortales por incendios, con 3,78 en Castilla y León por los 4,31 del conjunto de España, como en el análisis de las víctimas mortales en viviendas, donde en Castilla y León el índice por millón de habitantes es de 2,52 mientras que en el país es de 3,21.
Del total de víctimas mortales en la Comunidad a causa de los incendios, tres tenían más de 85 años, otras tres entre 55 y 69, dos más entre 40 y 49 y la última fue un menor de entre 10 y 14 años. Por sexo, seis eran hombres y tres mujeres y, por meses, el otoño y el invierno acumularon la mayor cantidad de óbitos por esta causa, con siete (uno en octubre, uno en noviembre, dos en diciembre, dos en enero y uno en marzo), mientras que en verano se produjeron dos muertes: una en julio y una en septiembre.
La mayor cantidad de decesos debido a incendios en Castilla y León se produjo en viernes, con tres, seguido de los jueves y sábados, con dos cada día. En martes y miércoles se produjo un fallecimiento y lunes y domingos quedaron exentos. Además, por horas, la noche, la madrugada y primera hora de la mañana fueron donde más muertes por incendios se produjeron, con dos en cada franja horaria entre las 4 y las 8, las 8 y las 12 y las 20 y las 24 horas. Además, hubo una muerte de 0.00 a 4 horas, otra entre las 12 y las 16 y una última entre las 16 y las 20 horas.
Por provincias, son León, Palencia y Valladolid donde más fallecimientos por incendios se produjeron en Castilla y León, con dos en cada uno de estos territorios, mientras que en Burgos, Soria y Zamora contaron con un deceso. Las provincias de Ávila, Salamanca y Segovia no tuvieron que lamentar ninguna muerte por incendios en 2021.
Los casos en la provincia
Se trata en primer lugar de un niño de catorce años que falleció en enero del pasado año a consecuencia del incendio registrado en el garaje de una vivienda de la localidad leonesa de Filiel, el en municipio de Lucillo. El segundo caso sería el de un hombre que apareció calcinado en mayo en un solar ubicado en la confluencia de las calles Relojero Losada y Hermanos Machado, en el barrio del Crcuero. Las investigaciones apuntaron entonces a un suicidio.