Dos décadas velando por las leonesas

El Grupo de Atención a la Mujer de la Policía Local (Gamu), pionero en España, cumple 20 años durante los que ha protegido a más de 1.200 víctimas de violencia de género

Alfonso Martínez
19/08/2019
 Actualizado a 17/09/2019
La iniciativa 'Los Lunes sin Sol' recuerda cada semana a las víctimas de la violencia de género. | MAURICIO PEÑA
La iniciativa 'Los Lunes sin Sol' recuerda cada semana a las víctimas de la violencia de género. | MAURICIO PEÑA
Fue pionero en España y cumple ahora dos décadas de vida. El Grupo de Atención a la Mujer (Gamu) de la Policía Local de León se ha consolidado ya como un referente a la hora de atender a las víctimas de la violencia de género y ha gestionado más de 1.200 órdenes de protección, según las estimaciones que maneja el oficial responsable de la Unidad de Atención a la Familia de la Policía Local, Santiago Llamazares.

El Gamu es el más veterano de esta unidad, de la que también forman parte el Grupo de Menores (Paidos, niño en griego) y el de Mayores (Gruma) y en la actualidad está integrado por cuatro personas (el coordinador y tres agentes). "Empezó con una sola persona y su labor es pionera porque hace 20 años se decidió que la Policía Local se implicara al mismo nivel que la Nacional, puesto que el protocolo que se estableció en su momento fijaba un reparto equitativo de las víctimas, con el 50% para cada cuerpo. Era algo difícil de asumir por la Policía Local de poblaciones pequeñas como la nuestra, pero nosotros empezamos con ese reparto desde el principio", explica Llamazares.

Pero esa labor pionera se centró también en los métodos de trabajo. "En su momento se hizo un convenio con Telefónica y a través de una central en la sala de operaciones de la Policía Local se recibían las alertas de las víctimas de violencia de género. Les facilitábamos un móvil con una marcación ultrarrápida y sencillamente podían enviar la alerta a la central para que se mandase una dotación de forma casi inmediata", detalla el oficial.

El Gamu trabaja en la actualidad en la modernización de este sistema, puesto que en breve comenzará a funcionar una aplicación que permitirá geolocalizar el teléfono de la víctima sólo con activarla. "Va a ser mucho más fácil acudir de forma inmediata al lugar donde se presupone que va a estar la víctima en el momento de la incidencia. Además del propio teléfono móvil donde está instalada la aplicación, en caso de que el autor o el agresor se lo arrebatase para evitar la llamada, la víctima llevará un mando de alerta que dándole al botón pondrá en funcionamiento la aplicación sin que se note en el teléfono, sin que vibre y sin que se ilumine la pantalla. La alerta va a saltar de igual manera", argumenta Llamazares.

Cabe recordar que la puesta en marcha de esta aplicación fue contratada por el Ayuntamiento de León durante el pasado mes de mayo. Concretamente, el contrato fue adjudicado a la empresa 'Softguard Tech Ibérica' por un importe total de 18.146,98 euros.

El responsable de la Unidad de Atención a la Familia de la Policía Local explica que se está valorando además la posibilidad de que esa aplicación grabe sonido e imágenes a través del teléfono en cuanto se active. "Hay un problema legal a la hora de poder presentarlo en el juzgado como prueba, porque quizá no cumpla todos los requisitos legales para que sirva, pero estamos tratando de valorarlo y saber cómo podemos acoplarlo a esa situación", concreta.

El perfil de las víctimas


Con los datos en la mano, Llamazares explica que el número de mujeres que necesitan protección ha aumentado en los últimos años. Las estadísticas diferencian las víctimas según su nacionalidad, su edad y su nivel de riesgo. "Es importante destacar que las españolas son mayoría, pero que el nivel de riesgo de las extranjeras quizá sea un poquito mayor. Las franjas de entre 26 y 30 años y de entre 36 y 40 son las que concentran más víctimas. Hay muy pocas menores de edad. Es violencia de género igual, por supuesto pero lo cierto es que no hay pareja constituida como tal y el riesgo es menor", apunta el oficial antes de destacar que las cifras se reducen notablemente a partir de los 60 años.

La formación, fundamental


Ante el aumento de los casos de violencia de género, el responsable de la Unidad de Atención a la Familia destaca la edición de la guía 'Pide ayuda. ¿O la pido yo por ti' y las charlas que se imparten en los centros escolares. "Hablamos con los de cuarto de ESO y primero de Bachillerato. Es el momento en el que empiezan los primeros noviazgos. Les explicamos qué es la violencia de género y cómo se produce, porque hay veces que lo que no creemos que es violencia de género sí lo es, el tema de que controlen el móvil o cómo vestir... A las niñas les explicamos los recursos que tienen a través de los juzgados, de los servicios sociales, el Gamu… Y a los potenciales agresores les explicamos que pueden ir al juzgado y tener una orden de alejamiento, además de antecedentes penales que van a condicionar el resto de su vida", concluye Llamazares.
Archivado en
Lo más leído