Donde la solidaridad se pesaba en la báscula

Villadangos del Páramo recuerda estos días con una exposición ‘la pesada de 1997’, seguramente la iniciativa más original de solidaridad con el asesinado Miguel Ángel Blanco, su familia y su pueblo. Todo Villadangos fue a la báscula y por cada kilo pagaban una cuota para construir el Pabellón de la Paz de Ermua

Fulgencio Fernández
02/08/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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En Villadangos del Páramo la expresión «la pesada» no tiene, ni muchos menos, el sentido peyorativo que a primera vista se le supone. Todo lo contrario. Para sus vecinos ‘la pesada’ es el recuerdo de una iniciativa solidaria de la que se hicieron eco todos los medios de comunicación de la época (1997) y la bautizaron como la más singular e imaginativa.

Una iniciativa solidaria en unos de los días más tristes y duros que ha vivido este país, los del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. El diario deportivo Marca lanzó una campaña para lograr fondos y levantar en el pueblo del joven concejal asesinado, Ermua, el Pabellón de la Paz. Y en Villadangos un grupo de jóvenes puso en marcha esta iniciativa:‘La pesada’. Pedían a todos los vecinos que acudieran a la flamante báscula del pueblo para pesarse, se sumarían todos los pesos y «poníamos alrededor de un duro por kilo», recuerda Félix, uno de los organizadores.

La cita era el día 26 de julio, en plenas fiestas de Santiago, a las 9 de la noche «al finalizar el desfile de las carrozas», decían los pasquines que añadían lemas como «no te quedes fuera de la historia de tu pueblo». Y no les faltaba razón pues aquella «pesada» hizo historia. Y de la mejor.

Acudieron cientos de vecinos hasta la recién estrenada báscula de la Junta Vecinal, las noticias hablan de 600 de los 700 habitantes. Tuvieron que hacer cuatro turnos para subirse a la báscula y colocar numerosos pallets para lograr diferentes alturas y que pudieran salir todos en la foto. 34.180 fue lo que pesaron entre todos los vecinos (8.680, 9.230, 10.070 y 6.200 respectivamente) que se convirtieron en alrededor de 200.000 pesetas pues la idea anunciaba que «convertiremos nuestros kilos en duros, a duro el kilo».

La prensa local y nacional se hicieron eco de la noticia, eran días de gran conciencia social después de aquel asesinato anunciado que propició tres días de terrible dolor y un momento de gran frustración (el 13 de julio). Las anécdotas y los testimonios se sucedían. ABC se fijaba en Laura, Mónica y Cintia, de 15, 16 y 17 años respectivamente, jóvenes que estaban en el grupo organizador, y que le decían a la periodista que «preferían dedicar todo el dinero al pabellón y a la paz que a ir de excursión».

Los testimonios que nos podemos imaginar en días como aquellos, los de madres que se ponían en el lugar de la madre de Miguel Ángel... No hace falta reproducirlos.

20 años de 'la pesada'

Y ahora, en el 20 aniversario de ‘la pesada’ de Villadangos del Páramo algunos de los que estuvieron en aquella iniciativa han decidido recordarla con una exposición, una revista y una mesa redonda. El pasado viernes se inauguraba en las dependencias municipales una exposición con las fotografías, los recortes de periódicos y otros recuerdos de aquellos días y con una mesa redonda en la que participaron muchos vecinos para recordar «la pesada». Estaban algunas de las jóvenes citadas, que reconocían que «éramos casi unas niñas pero nos dimos cuenta de cómo estaba el ambiente, la tristeza que producía la noticia, la sinrazón...»; también el rabelista Miguel Ángel Badeso, fotógrafo en aquella ocasión que «para hacer una vista aérea me tuve que subir a la pala de un tractor» pero que sobre todo recordaba a los corazones encogidos de la gente; a Fernando, después concejal; al actual alcalde, Teodoro Martínez, o a la alcaldesa de entonces, Pilar González Villadangos. O el propio Félix Delgado, que ha sido el impulsor de la exposición veinte años después, que recordó algunas anécdotas de aquellos días y cómo de aquel grupo que puso en marcha ‘la pesada’ nació después una asociación vinculada al Camino de Santiago, Ultreia. «No fue fácil encontrar el nombre, hasta el punto de que en las largas discusiones y debates llegamos a barajar el de «atajo de Judas».

Muchos recuerdos que se multiplicaron cuando bajaron a la sala de exposiciones a ver las fotografías y empezó el proceso de reconocerse, de ponerle nombre a todos y de lamentar las inevitables ausencias.

Lo que no cabe duda es que para todos ellos se ha convertido en un orgullo haber participado en aquella «pesada de 1997»y también para el pueblo exhibir la feliz iniciativa.

Mensaje del alcalde de Ermua

Con el tiempo aquella iniciativa del diario Marca de construir el Pabellón de la Paz en Ermua se convirtió en una realidad. Al final de la mesa redonda celebrada en Villadangos el día de la inauguración los numerosos asistentes al acto se encontraron con la sorpresa de un mensaje grabado por el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, quien recordaba la emoción que en aquel año 1997 les había producido sentir la solidaridad de Villadangos del Páramo. Lamentaba no haber podido asistir al acto, que le hubiera gustado, pero también en Ermua eran las fiestas patronales –los Santiagos– y le había resultado imposible. Lo que sí hacía al final de su alocución era invitar «a todos los vecinos de Villadangos a que se pasen por Ermua para conocer el pabellón y para tomar algo juntos, pero avisad con tiempo, eso sí».
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