¿Dónde está el ‘p.’ gato?

La última página de LNC con la firma de Fulgencio Fernández, que pone la letra, y Mauricio Peña, que se encarga de la foto

Fulgencio Fernández / Mauricio Peña
09/04/2020
 Actualizado a 10/04/2020
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«¿Dónde está el ‘p.’ gato?» es la frase más repetida en todas las casas que lo tienen. Él campa a sus anchas, va y viene, aparece y desaparece, toma posesión de los espacios que quiere y no le preocupa ser descubierto porque, cuando se desencadena la refriega, él ya no está o, en el peor de los casos, sabe que va a caer de pie. Porque habrá dogmas de fe que se tambalean, pero que los gatos caen de pie no lo duda ni el más disidente de la raza gatuna.

Que no todas las frases hechas sobre él tienen que ser ciertas, ahí está la de «se llevan como el perro y el gato». Déjalos solos y verás cómo no es verdad, parece que se están matando y están jugando; se cogen por el cuello y te asustan, pero sólo es un juego más, pues a la hora de la verdad toda cambia.

Cambia cuando muere la gata madre y encuentras a la perra dando de mamar a los ‘gatetes’ huérfanos.

Cambia cuando muere la perra madre y encuentras a la gata dando de mamar a los cachorros huérfanos.

Otra cosa, otro mundo, son los gatos callejeros, los señores de los tejados, los emperadores de la noche. Ese mundo ya es otro pues la comida es para quien primero llega, la bebida para el que la coge y la vida para el que la atrapa, aunque sea de amores furtivos con otro gato callejero que subió por el canalón. A esos les cuesta mucho más trabajo encontrar la placidez de una manta posada sobre un barril de cerveza.

La vida siempre fue más dura para los sin techo, da igual de qué raza o condición.

Y ahora les tengo que dejar, estoy escuchando revuelo alrededor y la frase que sobresale sobre el resto vuelve a ser la de «¿dónde se metió el puto gato?»

Y él escucha como si no entendiera.

Pero entender entiende. Ponle un tazón de leche.
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