Donde el amor no tiene fecha de caducidad

El pasado sábado Santa María del Páramo hizo un homenaje a los amores que duran, a los matrimonios que llevan más 50 años casados "contra viento y marea"

T.G.
23/05/2019
 Actualizado a 13/09/2019
Eduardo y Margarita en primer plano, un matrimonio de Santa María del Páramo con 55 años de historia. | T.G.
Eduardo y Margarita en primer plano, un matrimonio de Santa María del Páramo con 55 años de historia. | T.G.
El amor no tiene fecha de caducidad en el Páramo. Al menos no lo tiene para los 54 matrimonios de la localidad que ya llevan más de 50 años casados. "Toda una vida" que todavía es poco para muchos que esperan seguir sumando años en compañía de la persona con la que decidieron hace más de medio siglo crear una familia. Han aguantado el paso del tiempo, han compartido sinsabores, han sido padres de familias numerosas en muchos casos, han estado ahí para echar una mano a los hijos cuando han venido mal dadas. Vivieron la juventud siendo novios y maduraron juntos "contra viento y marea". Han demostrado que el amor no envejece y que por muchas sacudidas de la vida, nada ha sido suficiente para separar su unión.

A todos esos matrimonios que ya han pasado el umbral de las bodas de oro en Santa María del Páramo les rindió un homenaje el Ayuntamiento el pasado sábado. El primero de los actos programados para ello fue un acto en el Centro Cívico Magdalena Segurado, momento en el que este se llenó de catedráticos expertos en vidas vividas. Como Oracio Domínguez. Con 90 años (91 que cumple en agosto) acudió acompañado de su otra mitad, Valentina. Con ella lleva 66 años casado. A Santa María llegó desde su pueblo natal, Pobladura de Pelayo García, y reconoce que juntos han sido «muy felices». Lo repite varias veces y sin perder la sonrisa, la que mantienen contando que son padres de dos hijos. Se le quiebra la sonrisa cuando cuenta que enfermó y tuvo que dejar de trabajar. La recupera rápido mirando a su mujer, que lo contempla sin perder detalle. "Es una mujer muy valiente», presume. Y sigue sonriendo mientras cuenta que "en Santa María se vive muy a gusto", que con su edad disfruta mucho de "la huertina". "Y así se pasa la vida".

Unas filas más atrás, en el acto del homenaje del sábado en Santa María del Páramo, estaba sentado otro matrimonio. El formado por Eduardo y Margarita. A la pregunta de si él es el ‘pendonero’ responde ella con mucho salero: "Lo que está es hecho un buen pendón". Sí, Eduardo es el pendonero, y junto a Margarita llevan ya 55 años de historia juntos. "Y ya no pienso separarme, ¿eh?", dice él antes de contar que su vida la han pasado en Santa María del Páramo, que de novios solo estuvieron un año, que se conocieron cuando Margarita vino a España a pasar una temporada desde México que es donde vivía. "Nos enamoramos y ya no me fui. Y mira, no ha salido tan mal", dice mirándole. Juntos han tenido seis hijos. "Me los hizo", dice Margarita y él, riéndose, responde:"Algo harías tú". Se echan a reír juntos y demuestran así que la complicidad sigue intacta después de todo.

Estas dos parejas son solo un pequeño ejemplo de las muchas que fueron homenajeadas, personas que como dijo Antonio, un vecino de Santa María, durante el acto "han compartido lo más que tenemos y que es la vida". No faltó una misa, una cena y unos bailes. Lo que sobraban eran motivos para celebrar porque lo de estos 54 matrimonios que llevan más de 50 años casados no lo separa ni la muerte. "Hemos vivido mucho, bueno y malo, ¿y qué? Aquí seguimos".
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