Dominó de pandemias

Desde el primer momento, hace ahora un año, resultaron más que evidentes las consecuencias que la pandemia generaba en nuestro sistema sanitario, completamente desbordado durante las diferentes olas que se han ido sucediendo y enfrentándose en un principio sin los medios adecuados a un virus en torno al que había muchas más incógnitas que certezas. Luego, con el confinamiento, llegaron las consecuencias económicas, también evidentes ante la paralización forzosa de toda actividad no esencial, un momento único que pasará a la memoria de todos los que lo vivimos. Pero demás de la sanitaria y la económica, hay muchas otras pandemias, algunas de las cuales ya se han empezado a manifestar y que a buen seguro, y por desgracia, se irán sucediendo a lo largo de los próximos meses. Es el caso de la pandemia social, que ya está ahí, pero también en oros muchos sentidos. Por ejemplo, en el apartado judicial, en el que la situación de alerta sanitaria ha terminado provocando que lleguen muchos menos casos pero, a pesar de ello, aumente el atasco. Los medios no son los adecuados, se cansan de repetirlo los profesionales del ramo, y el parón ha amenazado a una recuperación que aún estaba por confirmarse. Teniendo en cuenta que el fin de los Erte puede provocar una riada de demandas, la situación corre riesgo de perpetuarse si no se le pone remedio.