Doble acreditación para un Camino

La Puerta del Perdón se abrió para dar el jubileo adelantado a un peregrino italiano que se había accidentado. El hombre, arquitecto en Bérgamo, quiso después visitar la tumba del Apóstol y recibió un segundo jubileo. Su Camino dejó huella en la grande y en la pequeña Compostela

Ramón Cela
23/10/2022
 Actualizado a 23/10/2022
Emotiva apertura de la Puerta del perdón para el peregrino, que entró de la mano de dos acompañantes a recibir el jubileo en Villafranca. | RAMÓN CELA
Emotiva apertura de la Puerta del perdón para el peregrino, que entró de la mano de dos acompañantes a recibir el jubileo en Villafranca. | RAMÓN CELA
De siempre le viene a Villafranca el dicho de que se trata de la Pequeña Compostela, algo que se ha extendido sobre todo a los países nórdicos, que no dejan de pernoctar en los muchos albergues y hoteles que, en cifra de veinticinco acogen a cuantos peregrinos llegan y que, debido a la gran oferta hotelera, muchos aprovechan para hacer una parada prolongada en muchos casos superior a los tres días debido posiblemente a que los libros que les sirven de guías que portan son mucho más fiables que los que se editan en nuestro país, donde en ocasiones, hacen dudar si el escritor ha realizado el Camino o simplemente recurre a Google.

Sea como fuere, se percibe perfectamente que muchos extranjeros conocen a la perfección lo que Villafranca ofrece al peregrino, como ha sucedido con un peregrino italiano llamado Riccardo Puelli, que recientemente ha ganado el Jubileo en la Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago. Él, después de la jornada más dura del Camino, al bajar de Manjarín, tuvo la mala fortuna de caerse ( algo demasiado frecuente para los caminantes) y, después de ser atendido en el Hospital del Bierzo, casi arrastrándose, llegó a Villafranca del Bierzo, porque sabía que si no era capaz de llegar a Santiago de Compostela, por lo menos se vería beneficiado por las bulas de Urbano II y Calixto III.

Fue capaz de llegar a Villafranca casi arrastrándose debido a las contusiones en la cara y las rodillas. Otra vez, atendido en urgencias y después de diez días de recuperación en la villa, solicitó la licencia de pasar por la Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago, algo que le fue concedido de inmediato, a tenor de los informes médicos que portaba.

Todo marchaba según el plan previsto y justo cuando iba a entrar a la iglesia, llegaron dos peregrinos que, siendo sacerdotes en Colombia, pidieron licencia al Cura Párroco para decir ellos la misa, algo que, siendo domingo y después de mucho trabajo acumulado ese día, Don Tomás, que así se llama nuestro Cura Párroco, accedió gustoso, mientras que los asistentes fuimos contagiados de una enorme emoción viendo como Don Riccardo Puelli, de profesión arquitecto en Bérgamo, Italia, era sostenido por dos peregrinos que lo llevaban casi en volandas. La emoción de los asistentes superaba los límites normales y varias personas hicieron uso del pañuelo para secar las lágrimas.

Naturalmente, el nombrado Don Tomás hizo entrega del certificado que le acreditaba haber ganado el Jubileo en Villafranca del Bierzo y que hizo que Don Riccardo Puelli, se sintiera el hombre más feliz de este mundo. Después de más de tres días, quiso ir hasta Santiago de Compostela a dar gracias al Apóstol y tomó un autobús, después un corto viaje en taxi, y le dieron preferencia en la oficina del peregrino. Allí, merced a la bondad del Arzobispo, le hicieron entrega de la segunda credencial al tiempo que a la vista del lastimoso estado,le facilitaron la entrada a la Catedral.

De esta manera y con la admiración de todos, Don Ricardo Puelli, es el único peregrino que consigue dos credenciales en un mismo Camino.

Ante esto tenemos que admirar la fuerza de voluntad y sacrificio de un peregrino que, como miles, afirma que el Camino es mágico y que él tenía que llegar a Santiago aunque tuviera que esperar varios meses para reponerse.
Hoy es el hombre más feliz de Bérgamo y habla maravillas de lo que ha sido para él el Camino. Mientras, en Villafranca se le pone como ejemplo de lo que es un hombre de fe que no le importaba arrastrarse si fuera necesario, hasta llegar a la Tumba del Apóstol.

Como algunos peregrinos que llegan a Villafranca por el Camino Olvidado, con parada en Cobrana camino de Magaz de Abajo en Camponaraya.
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