julio-cayon-webb.jpg

Distintas ligas

15/03/2020
 Actualizado a 15/03/2020
Guardar
El nuevo delegado del Gobierno en Castilla y León, el socialista y asturiano Javier Izquierdo, ha lanzado, envuelto en celofán, un mensaje subliminal al alcalde de León. Para que vaya tomando nota. Como aviso a navegantes. El ‘enviado’ de Pedro Sánchez en la Comunidad ha advertido que si hay follón y estruendo político en la provincia, «no vendrán inversiones a León; ahí está la experiencia de Cataluña». ¡Coño con el embajador del PSOE! Dicho de otra forma, que José Antonio Diez se vaya al rincón de pensar porque, según Izquierdo –el apellido armoniza con su ideología–, toca mansear. Ni una voz más alta que otra. Nada de separaciones interterritoriales. Y aunque expresado (adrede) eufemísticamente, el sentido de las palabras del representante ‘sanchista’ es que quien toque los cojones, que se atenga a las consecuencias. Se lee entre líneas.

León no es Cataluña, delegado. Ni se le acerca. Menuda broma. Son demasiadas las desigualdades. Mientras que aquí se intenta la segregación de Valladolid –algo racional y no exento de lógica– allí se apuesta por independizarse de España. Total, nada lo del ojo y lo llevaba en la mano. Y en cuanto a tejido industrial y otros recursos… pues como mear y no echar gota, que señalaba Crémer cuando le rozaban la sensibilidad y ciertas partes blandas. Allí, en Cataluña, y a pesar de los pesares y de los conflictos políticos y de convivencia, se juega en otra liga. Aquí, en una categoría modestísima.

No obstante –y ahí también se visualizan las diferencias de valoración– al delegado Izquierdo le falta tiempo para darle jabón al alcalde de Valladolid al afirmar que Óscar Puente «sabe sacar partido a lo que le interesa a su ciudad en cuanto a atracción de inversiones y a dinamizar la actividad económica en la ciudad. Nadie pone en tela de juicio el peso político de Puente». Blanco y en botella. Sin embargo, al regidor leonés sí se le pone en el disparadero por defender una autonomía propia y, con ella, alcanzar iguales postulados que los del edil pucelano.

El contrapeso del asunto es que a uno, a Puente, le aplauden todo desde Ferraz y hasta le jalean, y al otro, el del antiguo reino, se le señala con el dedo índice, ademán que, según los expertos en gestos, es factible de conjugar con el recurrido ‘tú tienes la culpa’. ¿La culpa de qué? ¿De trabajar por su tierra para reactivarla y asentar población? Porque ese es el objetivo. Ahora bien, que Diez se vaya atando los machos y cerrando las botoneras. Nadie de su partido, de los gerifaltes de allá y acullá, le va a echar una mano. Y de hacerlo, que ya se verá, al cuello. Para ahogarlo, claro. Por cierto, ¿para cuándo el nombramiento del nuevo secretario del PP en León? Ya huele.
Lo más leído