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Diez y Cendón: el desencuentro

28/06/2020
 Actualizado a 28/06/2020
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Se desenvainaron de nuevo las espadas en el PSOE leonés. Los disentimientos y distancias entre el alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, y el secretario general de la organización en la provincia, Javier Alfonso Cendón no eran ningún secreto. Ni nunca habían bajado de intensidad. Y aunque los socialistas son extremadamente cautos en eso de insonorizar paredes y cerrar ventanas, las trifulcas entre uno y otro ya eran públicas desde hace tiempo. Por varios y diferentes motivos. Pero, mirándose de reojo, eso sí, aguantaban el tipo para no dar que decir. Hasta la pasada semana. Saben de qué va la vaina –como decía el difunto Honorio, un vecino de la Plaza del Grano– cuando la ropa no se lava en casa.

La nueva ubicación del mercado de Colón ha sido el detonante. Diez, como regidor, sostiene y defiende su idea de dónde deben asentarse en Papalaguinda los puestos de los vendedores –el lugar elegido del paseo no satisface a los interesados– y Cendón, en contra de la tesis del alcalde, apoya a los comerciantes, en clara discrepancia con el planteamiento del equipo de gobierno municipal. Y para más inri, que esa es otra, se posiciona en el transcurso de una reunión celebrada en las dependencias del PP en el Ayuntamiento de Ordoño II –mejor haber buscado un espacio neutral– a la que no asistió ningún concejal socialista. Blanco y en botella.

Todo ello viene a ratificar la inexistencia de relaciones entre las partes –Diez y Cendón– y, también, un inequívoco descontrol político entre el partido y la Agrupación Municipal –la más numerosa del territorio provincial– liderada por el alcalde. El cordón umbilical está desaparecido. Y cabe preguntarse qué coños pinta en este desencuentro, en este galimatías de régimen interno y puñaladas, el ‘amo’ regional del PSOE, el reverberado y sanchista Luis Tudanca, que no pone orden en sus filas de una puñetera vez. Será que tampoco le interesa el pedido, quién sabe. Es una posibilidad. Cada cual se mantiene a flote como puede.

La bronca es un hecho contrastado. Sonó el gong en el peor momento. Porque ante la aptitud de Cendón de comprometerse a trasladar al alcalde la propuesta de los vendedores, Diez, sin cortarse un pelo y no es una gracieta fácil en alusión a su rasurado total de cabeza– ha contestado que los problemas, luego, se los resuelva el propio Cendón a los dueños de los tenderetes. Zasca.

Y lo que ya flota en el ambiente es que van a por Diez. Y, si pueden, a cuchillo. A la yugular. Sus críticos y otros que se apuntan al mejor postor –la historia se repite– le están lanzando ‘flechas’ envenenadas con carga trazadora, como en los ejercicios de tiro del Ejército. Esa es la lectura. Corren malos tiempos. Ojo avizor.
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